Es todo un mito del dibujo español contemporáneo, el pionero de la nueva ola de ilustradores. Pinta de pie, en caballete y acuarela antes de digitalizar, y sus obras, muy vinculadas a la prensa y la literatura, han servido para reenfocar a muchos clásicos: su trazo (hiper)realista ha ilustrado cubiertas e interiores de títulos de Emily Brontë, Bram Stoker, Jane Austen, Conan Doyle... También son famosos sus carteles de las ferias madrileñas del Libro y del Libro Viejo y Antiguo, y sus series de Venus y Anatomías. Lo reconocerán por sus imágenes: es Fernando Vicente.
¿Cómo lleva el confinamiento? Bien, la verdad es que los ilustradores estamos muy acostumbrados a trabajar en casa y para mí están siendo unas jornadas de trabajo más o menos normales. Eso sí, está toda la familia en casa.
¿Qué hábitos conserva de los que tenía, y cuáles nuevos ha adquirido? Como os decía, pues más o menos la rutina diaria que ya he venido haciendo los últimos años. Me pongo a trabajar después de desayunar y lo dejo para comer, e igual por la tarde. Ahora lo que tenemos es más precaución a la hora de salir o estar con alguien, nos saludamos de lejos con los vecinos. La verdad es que lo que más echo de menos es hacer el deporte que antes practicaba dos o tres veces a la semana.
¿Se pasa el día en pijama? No, que va, siempre uso una ropa cómoda para trabajar pero que ya está manchada. Digamos que es mi uniforme de pintar.
¿Cuántos rollo de papel tiene en casa? Pues los normales, no he hecho acopio de papel higiénico. No sé exactamente a santo de qué ha venido lo del papel higiénico en general, no lo he llegado a entender.
Recomiéndenos un libro, una peli y una canción para pasar este mal trago. Sobre el libro, voy a contar una experiencia cercana: leí por un posible trabajo El retrato de una dama de Henry James; es un libro de 800 páginas que está muy bien para aquellos a quienes les guste meterse en un libro tocho y denso. Y luego, John Banville ha escrito digamos la continuación, ha tomado el relevo de Henry James y ha escrito La señora Osmond, en el que imagina una continuación al relato de Henry James. Los dos me han gustado mucho. Sobre la película, creo que Barry Lyndon, de Stanley Kubrick: lo tiene todo, es una película maravillosa. Y en cuanto a canción, así que se me ocurra, me viene a la cabeza I like Birds de Eels, de su disco Daisies of the Galaxy.
Una cosa que haya aprendido de todo esto… Hemos aprendido todos que no hay que comer animales salvajes. Es broma. Realmente lo que hemos aprendido es a lavarnos bien las manos.
¿Cómo saldrá la Cultura de esta? He estado tentado de decir que reforzada pero mucho me temo que le va a costar remontar. Si se van leyendo en la prensa las pérdidas de las galerías de arte, entradas de museos y venta de libros, y me imagino que el sector de la música estará exactamente igual, creo que va a ser un duro palo. Pero bueno, algo sacaremos de positivo. Ahora no sé muy bien decir qué, posiblemente en el lado creativo…