Los dibujos de Tom y Jerry reflejaban la verdad. La eficacia de los gatos en hacer desaparecer a las ratas está en entredicho. Un estudio publicado en Frontiers in Ecology and Evolution y desarrollado en Nueva York siguió durante 79 días a un grupo de 100 ratas por medio de sistemas de localización, y analizó 306 vídeos que reflejaban encuentros de ratas con gatos callejeros. Y los felinos solo persiguieron a roedores en 20 ocasiones, y se produjeron solo tres intentos de cazar y solo dos capturas mortales.

Así, los autores concluyen que, actualmente, los gatos no son depredadores efectivos de ratas y ratones; mientras que provocan importantes pérdidas en diversas especies de pájaros (especialmente en sus nidos), reptiles y otros pequeños animales. Pero, pese a todo, la investigación ha demostrado que los ratones urbanos modifican parcialmente sus hábitos cuando detectan la presencia de gatos, sobreestimando los riesgos de la depredación de éstos, y se esconden en sus madrigueras cuando un gato ronda cerca, cosa que, sin embargo, no hacen cuando hay presencia de humanos.