El triunfo del entretenimiento, las redes sociales, las fake news, las series de Netflix. Quién sabe el motivo por que el que la realidad se diluye cada vez más. Incluso e aquellos aspectos que no admiten debate. Y así, asistimos como tontos a proyectos que no soportan el más leve análisis físico. Como si fueran reales.

Y le dedicamos todos los artículos posibles a Hyperloop. Aunque si nos paramos a pensarlo vemos que es simplemente inviable. Pero la personalidad de Elon Musk nos encandila y encandila a los lectores y hay que poner su nombre en el titular porque asegura clics. Aunque la física nos asegure con su fulminante certeza que es todo ridículo

No en vano hay un buen puñado de dólares en juego, buena parte de ellos, públicos. Como los más de 260.000 dólares que el Departamento de Transporte de Colorado puso en una de las primeras versiones de Hyperloop. Tras muchos problemas, todos de índole técnica, comenzó a circular un vehículo en uno de los túneles. 

1.000 kilómetros por hora. No.

Jamás alcanzó los más de 1.000 kilómetros por hora que Elon Musk asegura una y otra vez. Se quedó en alrededor de unos 260. Aún así, hay quién asegura que no es una experiencia agradable verse impulsado a toda velocidad por un angosto túnel en el que todo vibra y parece que vas a quedarte atrapado en cualquier momento. 

Hyperloop era un sistema de transporte que prometía viajes supersónicos en túneles de semivacío. Sin embargo, cualquiera conoce los efectos del vacío sobre una superficie hueca. Los túneles han de ser reforzados para la presión ambientan no los aplaste como cartones de rollos de papel higiénico. 

El resultado es que muchas instituciones públicas que habían apostado por el proyecto empiezan a entender su inviabilidad. Chicago hace unos días, Virgnia, después de que un análisis de los técnicos de la corporación certificaran las deficiencias del proyecto, y, finalmente Colorado, están retirando o replanteándose la financiación de Hyperloop.