La contaminación lumínica supone alteraciones en la velocidad y la dirección del vuelo de aves marinas, lo que puede ocasionar que no se pose en núcleos de luz artificial. Lo publica el informe 'Seguimiento de vuelos para investigar la mortalidad de aves marinas inducida por luces artificiales', que han desarrollado investigadores de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), del Grupo de Ornitología e Historia Natural de las Islas Canarias (GOHNIC) y SEO/BirdLife. Se ha publicado en la revista "Frontiers in Ecology and Evolution".

Los científicos han seguido los vuelos hasta el mar de individuos jóvenes de pardela cenicienta en la cara sur de la isla de Tenerife a través de dispositivos GPS con descarga remota, lo que ha permitido saber que el 13,4 % de estos ejemplares cayeron en zonas con contaminación lumínica, según ha asegurado a la Agencia EFE el investigador e impulsor del estudio Airam Rodríguez.

Según una nota de la EDB-CSIC, la contaminación lumínica provoca la atracción de aves marinas hacia zonas iluminadas -más de 70 especies, algunas muy amenazadas-.

"Una vez las aves aterrizan o chocan contra algo, no son capaces de encontrar su camino hacia el mar, son aves marinas que les cuesta mucho despegar desde el suelo", asegura Rodríguez, y "para despegar cuando están en los nidos usan un lugar elevado; además, las colonias suelen estar en laderas y suele haber un pequeño viento".