Todos los años, el mes de agosto nos regala el espectáculo de la lluvia de Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo. El primero de esos nombres las vincula a la constelación de Perseo, ya que por perspectiva, parecen provenir de ella, aunque no sea así. El segundo, se debe a que suelen verse en torno a la festividad de San Lorenzo, el 10 de agosto. Y respondiendo a ambos, nos referimos a estas estrellas fugaces o meteoros que pasan rozando la tierra. También lo hacen en otras épocas del año, pero no se ven con tanta intensidad ni claridad. Las produce el cometa Swift-Tuttle, cuya estela atraviesa la TIerra en su movimiento anual de traslación alrededor del Sol, encontrando en cada vuelta una acumulación de partículas (meteoros). Los destellos brillantes al chocar son las perseidas.

Conjunciones de planetas y eclipses

Este año, la fiesta en las alturas se prolongará más allá de esa fecha. El 3 de agosto se producirá la conjunción entre la Luna y Saturno, un fenómeno en el cual ambos cuerpos se ubicarán en la misma línea longitudinal del cielo al ser observados desde la Tierra. Además, el 7 de agosto tendrá lugar un eclipse parcial de Luna, cuyo momento de mayor oscuridad será a las 19:20h. Será visible, en general, desde Europa, Asia, África y Australia. Unos días más tarde, el 10 de agosto, se podrá observar una conjunción entre la Luna y Neptuno, y otros tres días después, ocurrirá la conjunción entre la Luna y Urano. Y el 21 de agosto, ocurrirá uno de los eventos astronómicos más esperados no solo del último año, sino de los últimos años: un eclipse solar total que recorrerá Estados Unidos de punta a punta, podrá verse desde el Pacífico Norte, Estados Unidos y el Atlántico Sur. Uno de los efectos de este eclipse, ha dicho la NASA, será que todos pesaremos un kilo menos, debido a la alteración gravitatoria de la Tierra, el sol y la luna.

40 años de la Voyager 2

Además, este mes también se cumple el cuadragésimo aniversario del lanzamiento de las naves espaciales más longevas y lejanas de la humanidad, Voyager 1 y 2. Cuatro décadas de operación y exploración para dos naves que continúan comunicándose con la NASA diariamente. Las Voyager han establecido numerosos récords en sus viajes sin precedentes. Por ejemplo, en 2012, la Voyager 1, lanzada el 5 de septiembre de 1977, se convirtió en la única nave espacial en entrar en el espacio interestelar. Por su parte, Voyager 2, lanzada el 20 de agosto de 1977, es la única nave espacial que ha volado por los cuatro planetas exteriores: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.