Ha vuelto a pasar: me he sentado en una terraza y me he pedido un cortado en vaso de cristal; ya me ha dado mi primera insolación ¡y en solo una tarde! Eso que se empeiza a oler no es solo polen: es la primavera.
Vuelve el sol. También la lluvia. Vuelven el sol y la lluvia - a la vez. En consecuencia, vuelven los bolsos grandes que te permiten cargar cómodamente un jersey, porque ya se sabe que en la sombra, por la mañana, mirando al norte, cerca de la playa, por la noche y en ese momento de la tarde aleatorio hace rasca; al igual que se sabe que a mediodía, al sol, en el metro, cerca de ese buzón, en únicamente una calle concreta hace calor, por lo que ya has sacado las camisetas de tirantes. Ay, la primavera, ese tiempo de sorpresas, como el polen colándosete en todas las esquinas de tu ser y los bichos que creías extintos reapareciendo desde los lugares más oscuros del averno.
Del mismo averno en el que estaban escondidas nuestras hormonas, que se ponen tontas cuando les da un poquito el sol. Somos mariposas libres disfrutando al son de Vivaldi, con una intención clara: que nos coman el donut a ritmo de trap. Hacemos 2 x 1. No es que rebajemos nuestros estándares, sino que, como las flores, nos llenamos de color, olores (no siempre buenos) y formas. Nos convertimos en pavos reales, altaneros y orgullosos. Con el solete en la cara y el vermú en la mano, lanzamos ese mensaje: 'Mírame, anda, mírame qué bien me sienta el buen tiempo'.
La primavera nos pone de un humor envidiable: somos más propensos que nunca a pillar algún virus, hay quien lo pasa fatal con las alergias, nos encantan las sorpresas meterológicas y tener que cambiar el armario de invierno. Todo ventajas, todo.
Pero lo mejor que tiene es que vuelve la mejor fiesta del mundo: Sant Jordi, un día donde el amor se demuestra con libros. Entonces se suma todo: nuestra pasión por el vermú y el cortado en vaso de cristal, nuestras hormonas pidiendo carne, lo bien que nos sienta el sol y las ganas que tenemos de portarnos mal. Al fin y al cabo, la primavera consiste en amor y en disfrutar. Feliz primavera, feliz gripe, feliz Sant Jordi.
