La relación entre contaminación y vehículos privados está ampliamente comentada. Pero siempre se hace hincapié en las emisiones de los tubos de escape. Pero hay más elementos que están polucionando nuestra atmósfera. Los neumáticos son uno de ellos.
Malla orgánica
Tanto la producción como el desecho de las ruedas generan tanto emisiones nocivas como un grave problema medioambiental. No digamos ya si por mala suerte, los depósitos de neumáticos arden. Por eso, la nueva rueda presentada por la compañía francesa Michelin promete ser una revolución.
Ya desde su aspecto resulta sorprendente. Acostumbrados a las tradicionales cubiertas de caucho, Vision, como ha sido bautizada, no deja indiferente. Se trata de una malla que cubre la llanta y una forma más tradicional para la cubierta de rodamiento.
La rueda ha sido construida con derivados plásticos de procedencia orgánica y materiales reciclados. Ingredientes naturales que pueden ser convertidos en elastómeros sintéticos. Esto determina que también sea mucho más fácil reciclarla. Es una apuesta por la sostenibilidad en un sector tan sensible.
Dentro de 10 años
Nada de esto supone un menoscabo en sus funciones, algo muy importante para garantizar el éxito de la propuesta. Los materiales y la forma de fabricación garantizan la resistencia necesaria para soportar el peso de un coche y, al mismo tiempo, la elasticidad que implican las diversas condiciones de las carreteras.
De momento se trata solo de un prototipo que está comenzando a probarse en coches de serie y situaciones reales de conducción. La marca de neumáticos asegura que todo el proyecto discurre en los tiempos y resultados esperados, pero que tardará todavía un poco hasta que la veamos incorporadas a nuestros coches. Se estima que pueden pasar unos diez años hasta que este tipo de ruedas se generalice en la mayoría de los vehículos.