Son destinos turísticos en auge y auténticos edenes naturales. Y el Archipiélago de Cabrera acaba de coronarse como el mayor de todos ellos, de los Parques Nacionales marítimo-terrestres de España, después de que, por decisión gubernamental, se hayan añadido a él 80.779 nuevas hectáreas de espacios marinos colindantes.

El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica, ha dado luz verde a este acuerdo de ampliación de este parque, declarado en 1991 y ubicado al sur de Mallorca, con una isla principal, Cabrera Gran, y 18 islas menores, de las cuales la Illa dels Conills es la más importante. La ampliación implicará la incorporación, por primera vez, de mar abierto a la red de parques nacionales, al cubrir un rango de profundidades de más de 2.000 metros, protegiendo así una variedad de hábitats singulares y amenazados del Mediterráneo de especial valor.

Se espera que el espacio se convierta ahora en un santuario para cetáceos y grandes peces migrantes, así como un caladero de bancos de corales profundos. En general, será una zona de alimentación para aves marinas, algunas muy amenazadas.

Como consecuencia de la ampliación, la superficie marina de la Red de Parques Nacionales pasa de un 4 % a un 23 % y el Archipiélago de Cabrera se convierte en el mayor parque nacional de España, incluyendo los terrestres.