Grandes misterios de la Humanidad. Hoy, los mayas. Esa floreciente civilización, capaz de alcanzar grandes logros organizativos, demográficos y arquitectónicos y que desapareció no sabemos todavía muy bien cómo. Pero tras de sí dejó muchos rastros.

Algunos de ellos, extraordinariamente importantes, acaban de ser descubiertos en una cueva bajo lo que fue la megalópolis de Chichén Itza, tal y como informa The New York Times

Los arqueólogos se adentraron en la cueva de Balamkú, un emplazamiento ya conocido a unos tres kilómetros de El Castillo, la famosa pirámide maya. En este lugar encontraron una gran cantidad de artefactos de aquella civilización. En un primer vistazo, los descubridores no han podido ocultar su entusiasmo. Según sus criterio, el tesoro desenterrado ayudará a reescribir la historia de la ciudad. 


Del 750 al 1.200

Del año 750 a 1.200 después de Cristo alcanzó el esplendor una ciudad que había sido construida sobre laguna, acuíferos y cenotes. Ahora se ha encontrado numerosos vestigios de aquella cultura. Los expertos aseguran que los objetos van desde herramientas cotidianas hasta elementos religiosos. Contenedores de comida, piedras de moler granos, incensarios u objetos votivos se mezclaban en el terreno. 

Es esta variedad de artefactos lo que va a permitir trazar un nuevo mapa de la sociedad maya. Cubrir lugares oscuros o poco conocidos de su historia. Comprender una civilización precolombina que alcanzó una extraordinaria expansión. 

Y todo gracias a los habitantes de la zona. Estos conocían la cueva en las que se ha realizado el hallazgo y ya habían advertido de la presencia de antiguos objetos en su suelo.