Desde que sabemos que nos morimos tratamos de evitarlo. Dar con la clave de la inmortalidad está presente en los cuentos desde que el ser humano tomó conciencia. En la cultura asiática también. Y ahora, un grupo de arqueólogos chinos asegura haber encontrado el elixir de la vida eterna según la agencia estatal de noticias Xinhua News

El hallazgo data nada menos que de hace 2.000 años. Dentro de un tazón de bronce encontraron los restos de un líquido amarillo que los investigadores aseguran es lo que los chinos de hace dos milenios consideraban el jarabe de la inmortalidad.

Solo tiene una pequeña pega el descubrimiento. Se realizó en una tumba en la que, lógicamente, también había un cadáver. No es que este hecho reste importancia al hallazgo. Pero sí ponen en duda las supuestas virtudes del preparado. 

Un preparado tóxico

El elixir se encontró en el yacimiento de la ciudad de Louyoang, en la provincia central de Henan. Junto al tazón que contenía la pócima también se desenterraron otros objetos de bronce y una lámpara ornamental con forma de ganso. 

Para los arqueólogos se trata de un hallazgo de gran relevancia. Su análisis permitirá, aseguran, tener más información sobre las costumbres y creencias de los muy antiguos pobladores de la zona. De su pensamiento religioso y sus liturgias funerarias. El resto de vestigios también arrojarán luz sobre la vida durante la dinastía Han. 

Pero los investigadores vuelven una y otra vez al elixir. Aseguran que es la primera vez que se encuentra físicamente un preparado que ya estaba detallado en escritos de la época. De lo que no tienen dudas es de que su composición no solo no garantizaba la vida si no que acercaba a la muerte. La presencia de elementos tóxicos como nitrato de potasio o alunita puede ser una explicación de que por qué no le funcionó al propietario de la tumba.