Fue en los yacimientos burgaleses de Atapuerca, que albergan algunos de los restos humanos más antiguos de la Península Ibérica, donde se constató la evolución del oído humano y su relación directa con la aparición del lenguaje. Aquellas investigaciones describían la anatomía y fisiología del oído medio e interno, y podrían servir para investigar algunas patologías auditivas actuales como la sordera, y tener aplicaciones médicas.

Con el fin de desarrollar trabajos en torno a ese análisis, HM Hospitales y la Universidad de Alcalá (UAH) han creado conjuntamente la Cátedra de Otoacústica Evolutiva y Paleoantropología, que tendrá dos objetivos: seguir investigando en Atapuerca para conocer la relación existente entre audición y lenguaje, y así descubrir el proceso evolutivo que modificó el oído humano para adaptarlo al lenguaje oral, y analizar la evolución de la anatomía y la fisiología del oído y sus aplicaciones en el campo de la clínica otorrinolaringológica, en pacientes con sordera y otras patologías auditivas.

"Trabajamos en fósiles de distintas épocas de la evolución humana para acotar el momento en que surgieron las capacidades auditivas en las que se basa el lenguaje humano”, ha explicado el profesor titular de Antropología Física de la UAH y director de la cátedra, Ignacio Martínez. “También estudiamos la audición en las especies vivas de primates más emparentadas con las personas para entender el proceso evolutivo que dio lugar al lenguaje humano a partir de los sistemas de comunicación vocales de los primates". Por su parte, Juan Luis Arsuaga, director del Museo de la Evolución Humana de Burgos, ha señalado que lo primero es recuperar fósiles que conserven las estructuras anatómicas óseas, que permitan estudiar la fonación y la audición. Atapuerca, ha asegurado, es un "caso único en esto". Además, ha destacado la necesidad de conectar la información de la evolución del oído con la de la mente, para entender cómo se originó el lenguaje humano, que es sonido con información y significado.