Braibook es un dispositivo electrónico de lectura para invidentes, para el cerca de un millón de personas con discapacidad visual que hay en España, según datos del INE. El invento aún no se comercializa, pero Carlos Madolell, un joven ingeniero de Tarrassa y su inventor, espera poder lanzarlo al mercado en septiembre u octubre. No en vano, con él ganó el premio Yuzz, un programa para jóvenes emprendedores que impulsa el Banco Santander, ha viajado a Silicon Valley para recibir formación y asesoramientoque le sea útil en esta empresa, y busca vías de financiación.

Un hueco de mercado

La publicación de libros en braille es escasa, de difícil acceso y transporte, y tiene un coste elevado. No se ha avanzado mucho en este mercado, con escepciones como el lector de voz de textos. Pero Braibook viene a invertir los conceptos. En su formato ergonómico, que hace que se pueda manejar incluso con una sola mano, cualquier documento texto se puede transformar al código braille, sea cual sea el idioma en el que esté escrito. Los textos se insertan en el dispositivo con una tarjeta SD. Esta suerte de ebook cuenta además con una pantalla con rugosidades en la que el usuario pone el dedo de forma estática, y el texto va pasando en formato braille. El aparato se puede utilizar también como geolocalizador y para enviar mensajes.