El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha remitido este martes una carta a la militancia en la que ha vuelto a mostrarse “dolido” e “indignado” por el último informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), que expone las presuntas prácticas corruptas de los dos últimos secretarios de Organización del PSOE, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, y los comentarios machistas a los que se sumaba Koldo García. Sin embargo, ha querido centrar su llamado a los socialistas en la resistencia que considera ahora necesaria, frente a los ataques de la derecha.

Hemos actuado con contundencia, pidiendo la renuncia inmediata de quien estaba implicado”, ha defendido, después de que este lunes Ábalos fuera formalmente expulsado y Cerdán abandonase tanto la formación como el Congreso de los Diputados. “Ningún partido está a salvo de la corrupción”, ha introducido el ataque a las formaciones de derechas, “lo que marca la diferencia es cómo se reacciona ante ella”, se ha dirigido a Partido Popular (PP), al que consideran que está aprovechando la situación para dinamitar la convivencia democrática.

Nosotros expulsamos a quienes nos fallan; otros, los protegen. Nosotros tomamos decisiones rápidas y ejemplarizantes; otros escriben mensajes de apoyo. Nosotros denunciamos las prácticas corruptas; otros las encubren y amparan, valiéndose incluso de policías patrióticas”, ha expuesto. Además, también ha tenido un espacio para denunciar que el informe de la UCO estuviese en manos de medios y formaciones políticas antes de que se levantase el supuesto secreto de la investigación, lo que considera una mala praxis de las diferentes instituciones implicadas, y que el Ejecutivo no lo conociese.

“Que no conociéramos el informe de la UCO antes de su publicación, como quedó públicamente acreditado, habla de la salud democrática de nuestro país. Y demuestra que, en la España que estamos ayudando a construir desde el Gobierno, el poder ejecutivo no interfiere en investigaciones que dependen del poder judicial, como sí ocurrió en buena parte de la década pasada. Por el contrario, lo que sí es censurable es que se haya puesto el contenido de ese informe al servicio de un intento deliberado de la derecha para derribar a un gobierno legítimo”, ha recogido.

Reto a Feijóo con la moción de censura

Igual que hiciera hace menos de 24 horas, el jefe del Ejecutivo también ha apaleado a los instrumentos constitucionales que tiene a disposición la derecha si considera que la coalición debe caer o que su proyecto de país es el adecuado para España. “Tienen a su disposición una herramienta prevista en nuestro ordenamiento, como la moción de censura. Si pretenden hacer uso de ella, que sean coherentes con el sentido con que la define nuestra Constitución y presenten un proyecto alternativo de país”, ha retado a Alberto Núñez Feijóo.

Sin embargo, considera que “no lo harán” porque “carecen” de proyecto de país y porque “no les une lo que quieren construir, sino lo que pretenden destruir”. “Lo único que son capaces de ofrecer pasa por el apoyo de una fuerza de ultraderecha incompatible con el progreso, los derechos y las libertades que tanto costaron levantar en España. Lamentablemente, el Partido Popular y Vox están en una deriva de odio y legitimación de la violencia que se refleja, entre otras cosas, en el acoso a muchos militantes socialistas y en el ataque a numerosas casas del pueblo”, ha lamentado.

Nos enfrentamos a una operación de demolición moral

En esta línea, Sánchez no ha dudado en volver a pedir perdón a la militancia, pero ha querido poner en valor “todo lo alcanzado estos años”. “Hemos aumentado los niveles de transparencia y endurecido leyes. Hemos elevado los niveles de rendición de cuentas y mejorado la posición de España en los rankings internacionales de percepción y de lucha contra la corrupción”, ha reiterado una vez más lo expuesto en la comparecencia de este lunes. “No perdamos la perspectiva”, ha continuado.

“Hay muchos asuntos que afectan a la vida de la mayoría”, ha destacado aspectos como la vivienda, las pensiones, el empleo u otros servicios públicos, “por los que merece la pena seguir luchando”. “Desafíos que no se resuelven con titulares ni con linchamientos. Sino con trabajo y políticas públicas justas, modernas y eficaces”, ha vuelto a lanzar un dardo a medios y partidos políticos de la derecha. “Y por todos esos desafíos vamos a seguir adelante”, ha zanjado, antes de dedicar unas últimas palabras a modo de arenga.

“Compañeros y compañeras”

“Sé que la decepción es enorme”, ha introducido la llamada motivacional a la militancia. “Pero también debemos tener claro que nos enfrentamos a una operación de demolición moral, por procedimientos que conllevan más peligro para la democracia que aquello que pretenden combatir”, ha pasado a la ofensiva. “La mejor forma de salir de esta prueba es recordando por qué estamos aquí. No hemos venido a ocupar sillones. Hemos venido a mejorar la vida de la gente, a combatir la desigualdad y a defender las libertades”, ha continuado.

Así, ha garantizado que los socialistas “no van a permitir” que “nada les aparte” de “esos anhelos en los que millones de personas han depositado sus esperanzas”. “Ahora es el momento de la templanza y la iniciativa para combatir un mal que ataca la esencia misma de la democracia. Es momento de coherencia, de claridad y de orgullo. De saber que cada acto que hagamos debe ser comprensible para la ciudadanía, respetuoso con nuestros valores, y útil para la democracia”, se ha despedido, “con afecto y confianza, asegurando a la militancia que pueden “contar” con él. “Yo cuento con vosotros”.

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