Un gesto que puedes ver todos los días decenas de veces. Y si no lo ves, no hace falta más que mirar al suelo. Porque cada día, millones de colillas de cigarrillo acaban en el suelo. En concreto, en una sola jornada, han recogido 270.000 en la ciudad española de Barcelona

Dos objetivos

Se trata de una iniciativa con una doble vertiente. Por un lado, la de limpiar la ciudad de estos molestos desperdicios. Por otro, el de denunciar el incivismo de algunos fumadores. Aunque el residuo pueda parecer pequeño, la acumulación lo convierte en uno de los principales focos de suciedad en las urbes

La asociación No más Colillas en el Suelo organizó esta recogida la semana pasada. Un grupo de voluntarios peinó la ciudad con especial atención a las playas de la ciudad condal. Comenzaron a las 10 de la mañana y durante las horas que duró la acción superaron el anterior record. Las 80.000 recogidas en la anterior ocasión se han multiplicado por más de tres. Curiosamente, el lugar en el más colillas se recogieron fue en los huecos dejados en la acera para los árboles. 

 

10 años en desaparecer

Las colillas de cigarrillo son un poderoso contaminante. Por un lado están las más de 4.000 sustancias químicas que componen el tabaco, o mejor dicho, que se añaden al tabaco. Pero no es solo eso lo que poluciona el entorno. 

Los materiales de los que se compone el filtro del cigarro pueden tardar unos diez años en degradarse. Mientras forman parte del paisaje urbano. O de las playas. Si alguien duda de dónde ha de deshacerse de las colillas es fácil. Como material no reciclable, su lugar es el cubo de basura general