Casi un siglo después, se ha descubierto que Einstein podría estar equivocado en su famosa controversia con el físico danés Niels Bohr. Han hecho falta más de 100.000 voluntarios para deducirlo, y ha sido con una investigación basada en un videojuego: The BIG Bell Test. Un tipo de análisis que creó John S. Bell en 1964,  para detectar si era correcta la teoría que defendía Einstein, el realismo local, que sostiene que si se produce un efecto es porque algo de su entorno lo ha causado.

Fueron 48 horas, 90 millones de datos, 13 experimentos en laboratorios de 11 países. Todo, impulsado desde el Institut de Ciències Fotòniques (ICFO), en Castelldefels. El Test de Bell consiste en separar dos partículas y poner a cada uno en un laboratorio distinto, para realizarle una medición que nada tuviera que ver con la separación. En esta ocasión, se han usado partículas de luz, átomos y sistemas superconductores, La superación del test indica que en la naturaleza hay correlaciones entre sistemas separados que no se pueden explicar suponiendo que los experimentos revelan propiedades preexistentes. Se confirman, así los preceptos de la física cuántica.

Los resultados se han publicado en la revista Nature , concluyendo que no, que el realismo local no sirve para explicar el comportamiento de la materia a nivel cuántico, pues las partículas se comportan de forma impredecible, tal como sostenía Bohr.