La implantación del pasaporte covid en algunas comunidades autónomas sigue dejando momentos de todo tipo. Algunos de ellos surrealistas como el que relata este hilo de Twitter, que no ha quedado exento de polémica ni de críticas. Consta de un video en el que se ve a una mujer, procedente de Madrid, que rechaza hospedarse en una posada de Cantabria porque piden el certificado de vacunación.

La justificación para no dormir en el lugar se le va tanto de las manos que llega a comparar la situación actual con la Alemania nazi y a referirse a una III Guerra Mundial “bacteriológica” o “de virus”.

“En la Alemania nazi la gente decía ‘es que tengo que ejecutarlo porque me lo han dicho’. En los establecimientos empezaron a poner una estrellita en el brazo y luego empezó a haber solo establecimientos para judíos. Después les dijeron que les iban a llevar a un centro de concentración porque allí iban a estar mejor. Y luego Segunda Guerra Mundial. Pues esta es la Tercera Guerra Mundial bacteriológica, de virus o como quieras llamarlo, pero a mí no me van a dividir ni me van a coaccionar”, resuelve la mujer al final de su intervención.

 

“No me voy a hacer ninguna prueba que dañe mi integridad física”

Previamente, la señora lamentaba que no la habían avisado –a pesar de que el pasaporte covid es necesario en varios lugares, que se pueden consultar en cualquier página oficial, medios de comunicación, etc- y se negaba a hacerse “una PCR cada vez que entrara a un bar o un hotel” (aunque la medida no implica esto, sino llevar el certificado de vacunación o una prueba antes de entrar a ciertos locales).

“No me voy a perforar absolutamente para nada la nariz, ni me voy a hacer ninguna prueba que dañe mi integridad física para pasar por el aro de este estado medio comunista nazi que nos están intentando imponer”, desliza la mujer, para añadir más tarde: “Entiendo que por miedo vayáis exigiendo pases o certificados que exigen hacerte PCR y perforarte la membrana que te protege de forma natural tus resfriados, pero no pienso tenerme que hacer una PCR a cada bar o cada hotel que vaya. Yo voy a ser coherente con mis principios, si vosotros vais a pasar por el aro perderéis clientes, o ganaréis otros”.

Insta al trabajador a saltarse la ley

La mujer insta, incluso, al trabajador que la atiende, a saltarse la ley: “Aunque haya una ley tú puedes con tu discreción pedir o no y unirte al carro o no unirte al carro”.

En un discurso de lo más surrealista la mujer llega a decir que el pasaporte covid da datos sanitarios privados, y que ella no va a dar ningún dato, igual que no dice si tiene “VIH” o “hepatitis” o si es “negra” o “lesbiana”.

 

En un intento sin éxito del joven por decir que ellos solo cumplen con la ley, le pregunta que por qué en Madrid se cerraron, entonces, todos los bares cuando la situación y las medidas así lo solicitaban, y ella responde: “Por miedo y desinformación, y porque nos dijeron que iban a ser 15 días, pero luego fueron tres meses, luego las mascarillas, luego que si te vacunas no pasa nada; pero es que hay hasta 8 pases. Luego se inventan una variante Ómicron, o no, es que eso me da igual. Me están discriminando. Tú cumples con una ley que os imponen aquí. No os tienen que decir lo que tenéis que hacer en vuestra casa”. Las redes no han dado crédito al momento y no han tardado en llenarse de comentarios.