El de Laureano Oubiña es uno de los grandes nombres del narcotráfico gallego. Este pontevedrés de Cambados nacido en 1946 comenzó con solo 17 años en el contrabando de tabaco.

Fue condenado por primera vez en 1978 por cohecho, y en 1990, en el marco de la Operación Nécora, fue detenido junto a su pareja Esther Lago. Se le sentenció entonces a 12 años de prisión y al pago de una multa millonaria por delito fiscal y blanqueo de capitales, sin embargo, fue absuelto del delito de tráfico de drogas. 

Su Pazo de Baión, que terminó siendo confiscado por el Estado, fue todo un icono de la época y el telón de fondo de muchas de las protestas de madres de drogodependientes, como Carmen Avendaño, fundadora de Érguete y figura clave en la lucha contra el narcotráfico en Galicia. 

Aunque en el operativo desarrollado por el juez Baltasar Garzón, Oubiña no fue condenado por tráfico de drogras, la Audiencia Nacional si lo sentenció en 1999 por tráfico de hachís. Fue arrestado en en Grecia por su vinculación con el envío de más de cinco mil kilos de esta droga desde su tierra a los Países Bajos. Se le impusieron 4 años y 4 meses de prisión y el pago de una multa de 2.400 millones de pesetas. 

En 2012 el cambadés sumó una nueva condena, esta vez de otros 4 años y 7 meses de cárcel y dos millones de euros de multa por blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico.

Tras estar en prisión, Oubiña logró el tercer grado por su labor social con drogodependientes, su buen comportamiento, su edad y su estado de salud. En 2017 obtuvo la libertad condicional participando en un programa de voluntariado para personas en riesgo. Se le impuso la condición de vivir en Guadalajara (notificando cualquier cambio), de estar bajo supervisión social/penitenciaria y de mantener el programa de voluntariado

Desde entonces ha publicado dos libros, Toda la verdad y Desmontando Fariña en respuesta a una serie que considera difamatoria y contra la que empendió acciones legales y a la que exigió una compensación económica por vulneración de su honor. El caso ha llegado al Tribunal Supremo y todavía no se ha cerrado. El gallego también ha creado una tienda online, 'La Nécora'; se ha adentrado en el mundo del rap produciendo un tema con el mismo nombre,  ha retomado la distribución del vino a través de la marca familiar Pejurito S.L. y se ha hecho influencer. 

Oubiña no solo tiene cuenta de Instagram, sino que puede presumir de contar con más de 50.000 seguidores. Sus publicaciones varían y además de servir para promocionar sus artículos y sus vinos, dan mucho de qué hablar. 

Una de las que más repercusión ha tenido recientemente tiene que ver con su crítica al turismo masivo en Galicia. Oubiña ha dicho con sorna que a él "le gustaba que la playa estuviera vacía y, a poder ser, de noche". El vídeo supera los 9.300 me gusta. 

A punto de volver a sentarse en el banquillo

Las causas de Oubiña no están todas cerradas. En septiembre tendrá que volver a sentarse en el banquillo. Será juzgado por su presunta implicación en la Operación Matta, en el marco de la cual la Guardia Civil detuvo en 2017 a un total de 22 personas. 

El gallego está acusado de introducir un cargamento de cinco kilos de cocaína en Asturias procedente de la comarca gallega de Arousa. La Fiscalía pide cuatro años y nueve meses de prisión, además de las correspondientes multas.

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