Jaime trabajó como crupier durante cinco años y ha querido revelar los trucos que tienen los casinos online para crear ludópatas. Un trabajo en el que aprendió “mucho” del comportamiento y las “miserias humanas” que vivió durante su etapa en dicho puesto laboral.

El joven ha puesto de ejemplo a un amigo suyo que se aficionó a jugar a la ruleta y le advirtió de que no siguiera con ello. Algo a lo que su compañero no hizo caso porque aseguraba que tenía "un método que leí en internet”: “Le expliqué cómo funciona todo tan bien que no hace falta ni que esté trucada la ruleta. Sabía lo que iba a venir”.

“Evidentemente no iba ganando, su dinero estaba en la app. Le predije que iría palmando paulatinamente, a medio/largo plazo, porque en eso consisten esos "métodos". Las empresas lo saben y tratan de utilizarlo en su beneficio”, asegura en un hilo de Twitter.

Jaime ha revelado que los casinos online hacen que, después de que una persona consiga una racha positiva, se termine enganchando: “Cuando viene la negativa piensas "bah, con lo fácil que es ganar, voy a recuperarme pronto". Así sigues apostando siempre, metiendo más dinero casi sin darte cuenta”.

El excrupier ha aconsejado a la gente a que nunca prueben suerte, sabiendo que “no es ocio, aunque lo parezca” y que todos los que lo hacen “siempre van a perder dinero”: “Los pocos casinos que cierran lo hacen para abrir salas de juego y ampliar su base de jugadores, no porque quebrasen”.

“Si no me haces ni caso, ponte un límite máximo a gastar al mes. Que sea pequeño, máximo 50€. Sé sincero contigo mismo. Asúmelo, busca ayuda y trata de salir del juego”, señala el joven, poco antes de reconocer el importante papel de los casinos al Estado por ser “una máquina cojonuda de blanquear dinero”.

El protagonista revela que durante algunos de sus turnos ha visto como la bola caía seis veces seguidas en el número cero, ninguna en el número 13 o no caía nunca en una determinada zona: “El azar siempre es un flipe y suele favorecer a la banca”. Algo que no solo beneficia a los empresarios, ya que también lo consiguen otras personas, “los prestamistas ilegales”.

“Se hacen amiguitos tuyos, te animan, son graciosos, te aconsejan y, cuando tienen tu confianza y estás hundido, te dejan pasta para que te "recuperes". No te recuperas, te hundes más en el pozo. No quieres estar ahí, te lo aseguro”, razona.

El excrupier también desmontaba el relato de la familia gaditana que la echaron de los casinos por no parar de ganar y aseguraba que “no los conocen”: “A todos les interesa ese relato porque venden libros, métodos y el casino logra más incautos. Nunca, jamás, creáis a un jugador. Jamás”.