La crisis económica, potenciada por la guerra de Ucrania, está golpeando duramente a muchos sectores y a gran parte de la población, especialmente a los más vulnerables. Para intentar compensar esto, una gran parte de los supermercados están realizando una práctica que, si bien no es ilegal, es muy engañosa cuando vas a hacer la compra, y tiene un impacto en tu cartera del que probablemente no te das cuenta.

Según los economistas, este fenómeno se denomina reduflación, que consiste en poner menos cantidad de producto en el envase utilizado normalmente. Es recurrente que las empresas realicen estas prácticas poco éticas durante tiempos apretados por la crisis económica o de alta inflación. Según la OCU, los fabricantes de alimentos reducen el contenido neto de sus envases entre un 5-10% para despistar a los consumidores y generando en una subida encubierta de precios.

A pesar de que sea una tendencia usual en alimentación, afecta también a productos de higiene y drogueria. En general, en la lista de la mercancía afectada por este engaño podremos encontrar productos como detergentes, suavizantes o limpiadores multiusos. 

La tendencia es clara: ante el aumento de costes, reducción de contenidos. Por lo general, mientras el precio sigue igual, el contenido es menor, ahí el engaño. Estas prácticas hacen incluso promocionar algunos productos con bajada de precio sin avisar esta reducción de la cantidad.

Desde las diferentes organizaciones de consumidores advierten que no es ninguna ilegalidad, porque la marca siempre recoge en sus envases o envoltorios el peso real del producto, pero muchos de los compradores no andan revisando este concepto por costumbre. Por eso en la mayoría de los casos no advertimos la trampa.

Cómo evitar este engaño

Ante estos trucos, siempre debemos verificar el precio y el peso o contenido del producto que vas a comprar para comprobar que no hay subidas.

Otra práctica recomendable es analizar el precio por kilo o litro, algo que aparece en una letra más pequeña en los carteles donde sale el precio completo (y que la ley obliga a poner en estos establecimientos comerciales. Esto nos dará una visión real del precio del producto).

Las aplicaciones para comparar productos también nos pueden ayudar para acertar en qué comprar y dónde hacerlo, para poder ahorrar lo que perderíamos con esto.

También se debe poner especial ojo en las ofertas (3x2, la segunda a unidad a la mitad o al 70% etc.), y es que pueden enmascarar trucos como la reduflación o subida de precios.