Todo puede pasar en First Dates. El programa ha dejado grandes momentos para los espectadores, el último ha sido protagonizado por uno de los solteros que ha dado la bienvenida el reality de Carlos Sobera en Cuatro, en el restaurante del amor. El presentador saludaba a Álex y a Yolanda en las puertas del establecimiento, pero lo más comentado de las imágenes que deja el programa es la cita que hubo entre ambos.

En un momento, Álex se queda solo durante la velada, un momento en el que Yolanda dijo que se marchaba al baño, sin embargo, la joven tardó mucho más de lo esperado porque tenía que llamar a su padre. Al otro lado, en el restaurante, el sevillano ya se preocupaba por su ausencia. “Me dejado tirado, se ha ido”, dijo.

Diferencias desde el principio

A partir de ahí, el encuentro no había ido sobre ruedas. El sevillano, al principio del programa, reconocía que “soy un tipo al que le gusta mucho el cachondeo y mi filosofía de vida es decir a todo que sí. Me gusta cuidarme, pero no demasiado porque me encanta comer”, reconocía. Por su parte, la granadina comentaba que había estudiado Bellas Artes, pero que había encontrado su camino como diseñadora web.  

Yo soy de asfalto, de ciudad. No tengo ni chándal para ir al campo

Las diferencias entre ambos ya salían a flote, pero Álex no se esperaba quedarse solo en su primera cita en First Dates con Yolanda. De hecho, la velada ya había fluctuado en varias ocasiones cuando la granadina admitía que era una enamorada de practicar el deporte de alta montaña, aspecto totalmente contrario a los ideales de Álex. “Yo soy de asfalto, de ciudad. No tengo ni chándal para ir al campo”, aseguraba el sevillano.

Otro de los puntos en contra en la pareja ya lo admitía la propia granadina cuando al ver al sevillano destacaba que le gustaban “morenos”, aunque no ha dejado escapar la oportunidad de seguir conociéndole. Una vez sentados en la mesa, los jóvenes han mantenido una cita también caracterizada por las diferencias. Yolanda se quedaba perpleja al conocer que su cita seguía pagando el alquiler con 32 años. “Está pagando una pasta en el alquiler”, mientras que ella ya tiene una casa en su propiedad con 28 años de edad.

Algo romántico no, pero para irnos de verbena, sí

Si bien, parecía que la cita remontaba cuando la soltera ha reconocido que le gustaba bailar salsa y bachata. Por su parte, Álex se ha sincerado en sus aficiones, escribe poesía, le gusta la literatura y sabe tocar la guitarra. De hecho, el sevillano ya ha tocado en varios grupos “pero cantar no me lo pidas”. Parecía que las chispas iban en buen camino, justo cuando los solteros han coincidido en que llevan años sin pareja. Álex lleva tres años sin encontrar el amor. Yolanda también cuenta con “unos añitos sin pareja”.

En el momento del postre, ha sido cuando Yolanda ha desaparecido y abandonaba el restaurante dirigiéndose en dirección al baño. Ahí aprovechaba para hablar con su padre para sincerarse en que no ha sentido esa chispa “que sí ha sentido con chicos más feos”. Minutos después, la joven ha regresado ante la preocupación de su cita por su desaparición o porque la tardía convirtió los minutos más largos de lo normal.

Algo romántico no, pero para irnos de verbena, sí

Al finalizar el convite, ambos han coincidido en que no ha surgido esa chispa y que tras hablar unos minutos se han percatado de que no funcionarían como pareja debido a su incompatibilidad. “El amor no se busca, surge y te lleva de la mano por la calle Real”, recalcaba la gaditana al cierre de la fallida cita en un segundo encuentro. “Algo romántico no, pero para irnos de verbena, sí”, concluía el sevillano invitando a su acompañante a la Feria de Sevilla.

Laura Boado, en First Dates

El programa coincide con la incorporación de Laura Boado, la exconcursante de la Isla de las Tentaciones que había finalizado su relación sentimental con el modelo de Inditex, Alejandro Pérez Moro. Su fichaje se cierra tras las declaraciones que hacía Laura en la isla en República Dominicana de rehacer su vida y de realizar un giro totalmente opuesto a lo que era su vida por entonces.

Ahora, con un nuevo amor, el soltero que consiguió conquistarla, Saúl Pina, Laura retoma una nueva dirección en su futuro profesional muy alejado al mundo de la moda y la belleza cuando se convirtió en miss Galicia.

"Me levanto ilusionada cada día para ir a trabajar, el ambiente es maravilloso y disfruto al acompañar a las personas en sus citas, ayudándoles, dentro de lo que puedo, a encontrar el amor”, destacaba la joven.