El jefe de la sección de Economía de la Cadena SER, Javier Ruiz, ha dado algunas recomendaciones a los ciudadanos que cuenten con dinero ahorrado en una entidad bancaria y no sepan cómo invertirlo. Para ello, ha dado diferentes pautas en un intervención en Televisión Española (TVE).

El primero y más importante consejo que Ruiz ha aportado en su discurso es que "cada uno es responsable de su dinero, y hay que tener cuidado con a quién hacemos caso". Una vez dada la primera pauta, Ruiz ha revelado: "Lo que más rentabilidad da ahora mismo son las letras del tesoro. El tesoro público está dando rentabilidades del 3 o 3,5% a un año".

"Esto, en números reales, por ejemplo, si pones 100.000 euros si tienes grandes ahorros, obtendrías una rentabilidad de 3.500 euros tras ese periodo. Y eso ya es algo de dinero de verdad, algo de pasta", ha expresado.

"Lo segundo: en función de tu edad y de tu perfil de riesgo decidir si te quieres meter en Bolsa o no. Si tienes 60 años y no puedes tomar ese riesgo porque vas a necesitar el dinero pasado mañana, no entres en Bolsa porque las posibilidades de que haya un ciclo malo y para cuando tú lo necesitas esté hacia abajo son infinitas", advierte el periodista económico.

"Por contra, si tienes 20 años, en 20 años igual esto cae, vuelve a subir, tenemos varios ciclos y tienes oportunidades de rescatar tu dinero o al mismo nivel a uno más alto", ha argumentado. "Pero si tienes prisa no inviertas en Bolsa, si tienes necesidad urgente no te vayas a los mercados de renta variable, vete a los mercados de renta fija, a los bonos, no a la Bolsa porque en la renta fija hay garantías. Aquí no hay ninguna garantía más allá de la suerte de que las tendencias te favorezcan", ha explicado. 

"Si quiere usted una garantía, cómprese un tostador. En la Bolsa nunca hay garantías de éxito. Si queréis jugaros todo vuestro dinero al todo o nada, existen las criptomonedas, el Bitcoin, las criptodivisas", ha sostenido. "El que sel a quiera jugar, que lo haga, pero que sepa a lo que está jugando y que sea responsable, porque los riesgos son muy elevados", ha avisado también.

A su vez, se ha mostrado crítico con los que venden las bondades de las criptomonedas sin explicar la parte negativa de la inversión en un mercado tan volátil: "Hay mucho cryptobro, mucha gente que vende las bondades de algo que tiene enormes bondades si te sale bien pero que tiene enormes maldades si te sale mal". "Si te sale mal y pierdes el dinero, lo puedes perder todo, hasta la camisa, y no hay ni fondos de garantías ni reguladores a los que recurrir", ha sentenciado.

La doble cara de las criptomonedas

Las criptomonedas son ya una realidad que parece haber llegado para quedarse, a pesar de su pérdida de popularidad y sus recientes caídas. Junto con ellas, miles de autoproclamados gurús se congregan en las redes sociales asegurando tener la llave para no pagar impuestos, hacerse rico y cambiar tu vida. Ofrecen consejos y pautas para eludir impuestos e invertir, eso sí, a un módico precio. Bajo lemas como “España te roba” incitan a todos sus seguidores a unirse a sus comunidades de pago, a apuntarse a sus cursos exclusivos y a invertir a través de ellos.

Sin embargo, los mencionados gurús se aprovechan de las necesidades económicas de sus víctimas, les venden un sueño desesperado que cambiará su futuro sin esfuerzo y de manerea repentina, pero ignoran por completo los elevados riesgos que tiene invertir en un mercado sin regular, agresivo y en el que las grandes fortunas pueden meter mano para moldearlo a su antojo. 

Para conocer más sobre esto, ElPlural.com contactó en su día con Bayta Diaz, psicóloga en el Instituto de Psicología e Investigación Controla y experta en adicciones conductuales. Sobre el perfil que más se repite en este mercado y al que se orientan estos gurús, Diaz explica que “van claramente a personas jóvenes, que no tienen una formación ni quizá una perspectiva más realista de lo que es la inversión en bolsa”. La intención, apoyándose en argumentos sentimentales, no es otra que captar aprovechándose del desconocimiento.

“Tienen poca ética, se valen mucho de la necesidad de ingresos, de reconocimiento. A sabiendas de que el producto que está vendiendo entraña riesgos, la imagen que está ofreciendo a sus posibles clientes es de seguridad”, comenta Diaz sobre el modo de captación de estas personas. “Estamos hablando de gente joven, cuyos ingresos no suelen ser muy abundantes, les produce un impacto importante las promesas que les hacen”, añade.