Carlotta Flores, propietaria del restaurantre El Charro en Tucson (Arizona) recibió una carta cuyo contenido le sorprendió sobremanera. En el interior, encontró una carta de una mujer que trabajó para ella en los años 90 en la confiesa que la robo dinero durante años. Junto a la carta, Flores encontró 1.000 dólares. La carta dice así:

“Querida Carlotta y familia. Trabajé para toi como camaerea durante un periodo breve en los años 90 mientras estudiaba en la Universidad de Arizona. Uno de mis compañeros camareros con e que trabajé me alentó a olvidar a hacer sonar la campana tras cobrar algunas bebidas y guardar en el bolsillo el dinero de la propina. Y por alguna estúpida razón lo hice. He crecido en la Iglesia y conozco mejor. Nunca antes había robado un dólar antes y desde ese día no lo he vuelto a hacer. Gracias a dios era una pésima camarera y me despediste cuando apenas había reunido unos pocos cientos de dólares en total. Han pasado 20 años pero sigue pesando sobre mi un gran remordimiento. Siento mucho haberte robado. Por favor, acepta mis disculpas y este dinero como pago más los 20 años de interese. Que dios te bendiga a ti y a tu familia. Firmado: Una empleada agradecida"·