La colaboradora de la Cadena SER Verónica Fumanal ha dejado una serie de reflexiones sobre Ana Obregón y la noticia de que el bebé que ha comprado en Estados Unidos es en realidad su nieta. Y lo ha hecho a través de una serie de palabras que han corrido por Twitter como la pólvora: "En este tema hay tres puntos de vista", ha comenzado expresando durante la tertulia de Hoy por Hoy de este miércoles.

A continuación, la comunicadora ha señalado lo siguiente: "Primero, el feminista, con debates sobre si la mujer puede o no alquilar su cuerpo, qué tipo de mujeres lo hacen, y qué tipo de sociedad estamos formando si el cuerpo de una persona, en este caso una mujer, puede someterse a esto por dinero". Después ha señalado "la clase": "Los derechos no son derechos si dependen de tu cuenta corriente. Un derecho no puede estar basado en si tienes o no tienes dinero. Por lo tanto, ese supuesto derecho a ser padres es como otros supuestos derechos, que son un artefacto retórico pero que no tienen fundamento", ha añadido.

Asimismo, Fumanal ha hablado sobre lo "ético": "Esta mujer se ha pasado la pantalla de Black Mirror", ha dicho en referencia a la serie de Netflix que dibuja historias verosímiles de un futuro distópico marcado por la posmodernidad y la tecnología.  "Quién iba a pensar que íbamos a conocer a la hija de una persona que está fallecida y que va a ser criada por una abuela que tiene 70 años, y cuando en el lugar en el que quiere residir y reside todo eso es ilegal. Y que eso se lleve a una portada por la cual está recibiendo dinero", ha destacado.

El precio de comprar un hijo

Este miércoles hemos amanecido con la noticia de que, en vez de madre, Ana Obregón es abuela del bebé por gestación subrogada que ha comprado en Estados Unidos. Ana Obregón comenzó con este proceso ilegal en España tras la muerte de su hijo Aless Lequio, congelando previamente su semen. A través de un óvulo de alquiler y una mujer que he hecho de gestante, una niña ha llegado al mundo bajo el nombre Ana Sandra Lequio Obregón. 

Todo bajo un precio total de 170.000 euros aproximadamente. Sin embargo, la mujer embarazada y cuyo nombre se oculta tras siglas Y.E.V.P, ha recibido tan solo 35.000 euros.

La gestante se comprometió a hacer "entrega voluntaria del bebé en el mismo momento del nacimiento y a renunciar a cualquier derecho como madre". No obstante, la cantidad económica recibida vuelve a poner sobre la mesa la ausencia de altruismo en este intercambio, siendo necesario destacar a dónde ha ido a parar el resto de dinero. El citado medio asegura lo siguiente: "El precio incluye también los gastos médicos del embarazo, el parto y los intermediarios. Podría aumentar si el parto es por cesárea o si surgieran complicaciones como la necesidad de poner al niño en una incubadora".