El exsenador de Podemos Ramón Espinar ha reflexionado sobre la protesta de dos activistas de Futuro Vegetal en el Museo del Prado, quienes han pegado sus manos a los marcos de 'Las Majas' de Goya de el Museo del Prado de Madrid. 

Antes de untar sus manos en pegamento, una de ellas ha escrito 1.5º entre los cuadros en referencia a la subida de temperatura mundial que, según su teoría, "provocará un clima inestable y graves consecuencias en todo el planeta".

Estas acciones levantan bastante suspicacias entre mucha gente. Entre la ridiculez y la ineficacia. Es el caso de Espinar, quien ha definido así lo vivido este sábado en la pinacoteca madrileña: "No hay ninguna relación entre joder una obra de arte expuesta en un museo y cambiar un milímetro nuestra relación depredadora y suicida con el planeta. Al contrario, el activismo se convierte en algo antipático y lunático para la mayoría. No son compas, son freaks y magufos".

Ya ha añadido que "esta estupidez debe movernos a reflexionar sobre la sociedad del espectáculo y cómo algunos han asumido que la única forma de hacerse un hueco en un fragmento de la conversación pública es a base de payasadas".

Esta protesta se suma a otras que se han sucedido en las últimas semanas, como la de dos ecologistas que lanzaron sopa de tomate a 'Los Girasoles' de Van Gogh, expuesto en la National Gallery de Londres.