El periodista de la Cadena SER Aimar Bretos ha llevado a cabo en el programa Hora 25 una contundente reflexión sobre la no patada de Íñigo Errejón a un vecino de Lavapiés, de la que el líder de Más País ha quedado absuelto este lunes después de que la Justicia no encontrara pruebas de que se hubiera producido.

El locutor recuerda la versión del denunciante, según la cual este se habría acercado al político para pedirle una foto a la que el diputado se negó antes de propiciarle una patada en el estómago que, aseguró uno de los testigos “había sido tan violenta que llegó a desplazar a la supuesta víctima dos metros”.

“Errejón lo negó. Su versión fue que esta persona se le acercó a las 23:50 horas de la noche, cuando estaba con unos amigos en Lavapiés. Que el hombre le pidió una foto. Que él se negó. Y que a partir de ahí el hombre le insiste e insiste hasta que llega a ponerle el brazo alrededor de la espalda. Érrejón dice que le quitó el brazo, pero sin darle ningún golpe, y mucho menos una patada”.

Más allá de los hechos, Bretos lamenta que se haya producido “un año de erosión política” y de “tensión judicial” sobre el portavoz de Más País, a pesar de que la Fiscalía “ya había advertido que no había caso y pedía la absolución”.

Nada tiene sentido en la denuncia

En esta línea, el informador da algunas claves sobre la denuncia que, dice, no tienen ningún sentido si los hechos se hubieran producido de la manera en la que aseguraba la supuesta víctima. Para empezar, se realizaron un atestado policial, un informe de un médico forense, se visionaron todas las cámaras y se llegaron a enviar a la policía científica. Todo ello culminó sin pruebas.

“A pesar de esto, el juez dice que no hay ninguna prueba. Incluso los informes del médico forense no evidencian consecuencia médica derivada de la supuesta patada. Cosa que ya es llamativa si estamos hablando de una patada que habría desplazado a la víctima dos metros”, narra Bretos.

“Y ojo a esto, que leo literal del juez: ‘El denunciante, como él mismo reconoce en su declaración, no fue a urgencias hasta tres días después. Y lo hizo aprovechando que tenía un hueco libre entre hacerse unos análisis clínicos y que tenía una cita con el médico especialista que trata su enfermedad’”, añade. “O sea que denunciar sí, pero a urgencias no va hasta dos días después y porque tenía un hueco libre”, concluye en este apartado, dando a entender que nada tiene sentido en la denuncia interpuesta.

“Soy fascista porque me sale de los c***”

Bretos también ha recuperado la publicación de ElPlural.com en la que el medio se hacía eco de lo que el hombre publicaba en las redes sociales. Así, este diario contaba que el denunciante había escrito comentarios del tipo “soy fascista porque me sale de los c*** o “De ahí a las próximas elecciones España entrará en Guerra Civil y vosotros seréis los culpables (refiriéndose la izquierda)”. “Es posible que con tanto listo tengamos que terminar a tiros otra vez en España, yo no lo descarto”, dicta otro mensaje. A ello hay que sumarle que Errejón sostuvo en el juicio que la persona en cuestión se dirigió a él con sorna y con apelativos como “rojillo”.

“Esto es lo que ElPlural.com descubrió en redes después de que el hombre le pidiera, seguro que muy afectuosamente, una foto a Errejón”, sostiene el periodista en tono irónico; y pregunta en última instancia si “es normal que sin ninguna prueba llegue a juicio” a la vez que lamenta las “horas de conversación pública, cámara y micrófono” de las que “ha disfrutado el denunciante” con la causa.