Tras casi siete años desde que se oficializó su divorcio, dos de las mayores estrellas de Hollywood de las últimas décadas, los innegablemente talentosos Angelina Jolie y Brad Pitt, continúan evidenciando sus desavenencias ante el público. Una mala relación que ha empeorado con los años afectando negativamente a su imagen y, sobre todo, a sus seis hijos en común.

Después de 12 años de amor en los que compartieron proyectos vitales y laborales, como la crianza de sus hijos, pero también negocios y empresas, los actores no pudieron poner punto y final a su relación de buena manera. Y, a pesar de haber llevado la ruptura con mucha discreción al principio, lo cierto es que en los últimos años les hemos podido escuchar lanzándose 'dardos envenenados' cada vez que han tenido ocasión.

En este caso, el último en proferir insultos y malas palabras hacia su expareja ha sido Brad Pitt, quien ha optado por definir a la madre de sus hijos como "rencorosa y vengativa", tras ella haber "jugado sucio" en un negocio que comparten ambos.

Esta guerra que mantienen los actores comenzó cuando Brad Pitt decidió dificultar que su exmujer empezase una nueva vida lejos de la ciudad de Los Ángeles, donde él reside habitualmente. Algo que la actriz quiso hacer durante largo tiempo. Desde entonces, han sido muchas las situaciones en las que Angelina Jolie ha buscado frustrar cualquier plan que se le ocurriera a su exmarido.

Amor y negocios... mala idea

Mezclar las relaciones románticas con los negocios nunca es una idea acertada, ya que suele complicar una cosa, la otra, o ambas. En esta ocasión, la disputa que han mantenido los afamados intérpretes se ha debido a una empresa que comparten: la bodega Château Miraval.

Tal y como informan medios cercanos a la expareja, los dos actores decidieron mediante un pacto verbal que ninguno vendería su parte a una tercera persona o empresa que estuviera interesada sin el consentimiento del otro. Un trato que en un primer momento fue aceptado por Angelina Jolie, quien parece haber cambiado de opinión al respecto.

De esta manera, la actriz ha vendido el 50% de su parte del negocio al empresario ruso Yuri Shefler. Una noticia de la que Brad Pitt se enteró a través de los medios de comunicación y no por boca de su exmujer o de sus representantes legales. El juego sucio le ha sentado muy mal al actor. 

"Ella vendió su participación con el conocimiento y la intención de que Shefler y sus afiliados buscaran controlar el negocio al que se había dedicado Pitt y socavar la inversión de Pitt en Miraval", apuntan desde el medio anglosajón Page Six.

Según lo publicado en este medio, la actriz era plenamente consciente de que la venta al empresario ruso era negativa para el negocio, pero aún así decidió llevarla a cabo: "Se demostrará en el juicio que las acciones de Jolie fueron ilegales y dañaron grave e intencionalmente a Pitt, enriqueciéndose injustamente", añaden.

Un oligarca ruso del entorno de Putin

En los documentos a los que ha tenido acceso Page Six, Brad Pitt califica a su exmujer de "vengativa" por haber "colaborado en secreto" con el "oligarca ruso" Yuri Shefler. 

Este empresario de Europa del este es también propietario del Grupo SPI, un consorcio internacional que vende alcohol en 160 países del mundo y, según el actor, su exmujer eligió precisamente a Shefler porque sabía que sería malo para el negocio por sus vínculos con el presidente ruso, Vladimir Putin.