La muerte de George Floyd a manos de un Policía ha provocado una ola de protestas contra el racismo como no se había visto en medio siglo. No solo los ciudadanos o agentes políticos o sociales están haciendo un llamamiento a la conciencia, también los deportistas de élite, que en ocasiones, se ven involucrados en polémicas.

Es el caso de LeBron James, quien en el programa The Uninterrupted fue muy crítico con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump: "Ahora mismo con el presidente de los Estados Unidos estamos en un mal momento. Si bien no podemos cambiar lo que sale de la boca de ese hombre, podemos seguir alertando a las personas que nos miran, que nos escuchan, que este ya no es el camino. Es irrisorio, pero también es aterrador porque no debería estar insensible a los comentarios racistas. No debería ser insensible a ese comportamiento”.

Sus palabras no cayeron en saco roto. El baloncestista de Los Ángeles Lakers encontró respuesta en una periodista de Fox News, Laura Ingraham, quien llegó a espetarle “cállate y dribla”.

"Estoy insensible a este comentario. ¿Por qué tienen que abrir la boca de esa manera? Muchos niños y algunos adultos toman en serio estos comentarios ignorantes. Puede haber una lección de advertencia en LeBron para niños: esto es lo que sucede cuando se intenta dejar la escuela secundaria un año antes para unirse a la NBA. Nunca es una buena idea recibir consejos de alguien que gana millones de dólares por picar una pelota. LeBron, Kevin, on grandes jugadores, pero nadie votó por ustedes. En cambio, millones eligieron a Trump para ser su entrenador. Mantenga el comentario político para usted o como alguien dijo una vez, cállate y dribla”.

LeBron fue mucho más sutil en su réplica y no respondió directamente, sino que le dio retuit a un mensaje con una foto que rezaba: “Soy más que un atleta”.