Arturo Pérez-Reverte ha vuelto a revolucionar las redes sociales y a posicionar en contra suya a cientos de usuarios. El escritor ha publicado una anécdota que tuvo en un restaurante por la que se ha calificado así mismo como “clasista”, aunque el matiz que ha despertado la polémica ha sido su clara diferenciación entre la misma situación en el caso de que se tratase de una mujer en vez de un hombre.

El autor de El Capitán Alatriste ha compartido un episodio que vivió en un restaurante que le provocó especial indignación: “Hace poco me llamaron clasista por irme de un restaurante cuando, cenando, me sentaron en la mesa contigua a tres tíos en calzoncillos. Y sí, en efecto, soy clasista”, ha escrito. “Creo que hay dos clases de personas: las que saben ser correctas según dónde se encuentren, y las que no saben”, sentenció.

 

Tales han sido las reacciones que una usuaria le ha preguntado si hubiese tenido la misma reacción si esta escena la hubiese protagonizado una mujer en minifalda. “¿Y las tías podemos sentarnos a tu lado en un restaurante llevando minifalda sin ofenderte?”, insistía. “Pues mire, de aquí no me fui”, ha contestado el escritor publicando así la imagen de una mujer desconocida con escote y un vestido corto.

 

Lluvia de reacciones

Esta no ha sido la única reacción que ha recibido Reverte tras el aluvión de comentarios. Dado que el mundo es un pañuelo, hasta ha reaccionado gente que presenció, e incluso protagonizó, la escena: “Yo tuve la desagradable experiencia de servirte como camarero y sí, repito, sí eres un clasista y un mala sombra”, ha sentenciado otro usuario de Twitter.

 

En esta red social, se han podido leer este viernes otros mensajes que han criticado la actitud del escritor, muchos de ellos tirando de ironía: “Calzoncillófobo, en todo caso”. Otros, se han preguntado cómo se permiten estos códigos de vestimenta en un restaurante: “Me pregunto cómo un restaurante que respete a sus clientes permite que se entre en calzoncillos”, ha escrito otro internauta.