Ha sido en la presentación del nuevo libro de la expresidenta madrileña, Esperanza Aguirre, donde la actual lideresa autonómica, Isabel Díaz Ayuso, ha compartido unas palabras ante los presentes en defensa del papel de su Ejecutivo al frente de la Comunidad de Madrid y con el fin de cargar contra el Gobierno central a quien ha acusado de ser “el más cínico, corrupto y antiespañol de la historia”.
Asimismo, en línea con la presentación de 'Una liberal en política', la presidenta autonómica ha defendido los valores del Partido Popular como "casa común del centroderecha" y de aquellos que "aman España, la Constitución y el Estado de Derecho". Por ello, ha lanzado un mensaje a la dirección del PP nacional instándole a que, en línea con el congreso extraordinario que se celebrará en julio, garantice un proyecto que ilusione con "políticas de calidad, reformas institucionales". "Tenemos que reponer, reconstruir el orden constitucional que ha venido minando las políticas socialistas y nacionalistas desde hace décadas. Esta casa común del centroderecha y de los que aman España no puede vivir solo de tener un enemigo común, porque si no podemos caer en el síndrome de los anti. Los liberales, conservadores y democristianos hemos tenido siempre en común ser constructivos, no destructivos", ha sostenido.
Al margen de ello, durante su intervención en el acto de presentación del libro de Aguirre, cuyo prólogo lo ha escrito ella misma, la presidenta ha hecho un breve repaso de lo que supuso para la Comunidad de Madrid el mandato de Aguirre entre 2003 y 2012. “Con Aguirre se acabó el ‘porque esto siempre se ha hecho así’. Su pregunta preferida ha sido: ‘¿Y por qué no? ¿Quién lo ha decidido?’ Gracias a ella la sociedad de Madrid comprendió que cuando uno prueba libertad no sabe vivir de otra manera”, ha señalado.
Defensa de una Comunidad de Madrid “al servicio de España”
Al hilo de esto, la lideresa autonómica ha destacado que con Aguirre al frente de la autonomía se produjo la “bajada de impuestos, fue el revulsivo que la inversión necesitaba en España, redujo la burocracia, implantó la primera Consejería de Familia y Asuntos Sociales”. Una retahíla de elogios a la que también fue ministra de Educación que ha aprovechado para hacer gala de los frutos de su propio liderazgo al frente de la Comunidad de Madrid. “Luchamos contra aquellos que tratan de impedir que la sociedad se organice y contra la lucha de clases. En la CAM no enfrentamos el hombre contra la mujer, el empresario y el empleado, lo público y lo privado, el propietario y el inquilino, aquí sumamos todos y queremos acabar con la pobreza. Con la riqueza solo quieren acabar los que han vivido siempre de lo público”.
De forma similar, la presidenta madrileña ha ensalzado la labor de Aguirre en materia de sanidad, recordando que bajo su mandato se crearon “decenas de centros de salud y hospitales”. “¿Qué habría pasado en Madrid en la pandemia sin los doce hospitales nuevos?”, ha señalado. A raíz de ello, la baronesa del PP ha sacado a relucir la situación de la sanidad en Madrid donde, según ha defendido, “seguimos teniendo las listas de espera más bajas, los mejores tratamientos y profesionales que vienen de otras regiones”.
Dato frente a relato: 764.000 madrileños sin médico
No obstante, lejos de lo sostenido por la madrileña en defensa de la comunidad que preside, los datos actuales ponen en tela de juicio sus palabras. Según el último informe presentado por el sindicato AMYTS y la plataforma APSeMueve 194 centros de salud reportan tener plantillas médicas incompletas, hay 764.000 madrileños sin médico de Familia o pediatra y zonas de la región donde la cobertura sanitaria es inexistente.
De los 267 centros de Atención Primaria que existen en la Comunidad de Madrid, el 72,7% no cuenta con todas sus consultas médicas cubiertas. La falta de profesionales no es coyuntural ni reciente. Según los autores del informe, se trata de una crisis estructural que ha ido deteriorándose en los últimos años, pese a las promesas de refuerzo de personal tras la huelga sanitaria de 2022-2023. Las medidas acordadas entonces, señalan desde AMYTS, "siguen vigentes, pero resultan insuficientes, porque sigue recayendo sobre los mismos profesionales una carga de trabajo que excede ampliamente a las actuales plantillas".
La consecuencia directa es que más de 764.000 madrileños —el 11,2% de la población de la comunidad— no cuentan con un médico de cabecera o pediatra asignado. De ellos, 625.000 están sin médico de Familia y 139.000 sin pediatra. La cifra equivale a eliminar de golpe el trabajo de más de 400 profesionales en un sistema ya saturado.