María del Monte sorprendió a propios y extraños la pasada semana. Fue la encargada de dar el pregón de la fiesta del Orgullo LGTBI en Sevilla y aprovechó para, por fin, confesar su sexualidad. De hecho, invitó a su pareja, Inmaculada Casal, a subir al escenario. Una semana después, la artista se siente exactamente igual. Así lo ha revelado a la Cadena SER, donde también ha puntualizado que ella nunca ha estado en “un armario”. “Habrá quien tenga polillas, pero yo no”, abundó la cantante.

La artista fue entrevistada por Aimar Bretos una semana después de su confesión en público, un momento que causó furor en el país. No obstante, a título personal, la vida sigue igual, como reza la canción. “Estoy igual que hace una semana. Ni mejor ni peor”, explicaba ante los micrófonos amarillos Del Monte, quien deslizó que en la vida es necesario “dejarse llevar” por las emociones y el “amor”.

“Me sensibilicé y no pasa nada”, continuaba la cantante, que reconocía jamás ha estado dentro de armario alguno. De hecho, entre risas, argumentaba que “habrá quien tenga polillas en el armario, pero yo no”. María del Monte no quiere ser un “estandarte”, sino que le respeten, no sólo que le “toleren”.

Admite la artista que no le gusta la palabra “tolerancia”. “Me pone desquiciada”, justifica Del Monte, quien espera que la vida se base en el “amor, respeto y la libertad”. “Con esos tres principios el mundo se ve de otra manera”, continuaba la cantante desde las conocidas Setas de Sevilla.

María del Monte ha explicado cómo llegó el momento en el que se planteó que no podía continuar por esa vía. “Es todo tan sencillo… ¿De verdad que a estas alturas de la vida tenemos que pedir permiso para querernos?”, se preguntaba la cantante, que admitía que la dureza de la vida le ha hecho ver las cosas de “otra manera”. “No merece la pena. Creo que todo este camino tiene que legar a su sitio, a que todos seamos personas y que tengamos los mismos derechos y las mismas obligaciones”, argumentaba al tiempo que se preguntaba por el motivo por el que un chico o una chica “tiene que sentarse con sus padres a confesarse” y decir que es homosexual.