El exalcalde de Marbella y expareja de Isabel Pantoja, Julián Muñoz, ha hablado sin cortarse un pelo de la tonadillera en el documental Julián Muñoz: no es la hora de venganza, es la hora de la verdad, que ha emitido este viernes Telecinco.
Durante su testimonio, Muñoz ha descrito la forma de ser de Pantoja, a la que ha acusado de ser una persona a la que solo le interesa el poder y el dinero. Por el contrario, él se ha autodefinido como un hombre "hechizado" por la tonallidera. Además, el político ha confesado cómo fueron sus encuentros íntimos con Isabel Pantoja, la cual ingresó en la cárcel 97 días después que él: "Te miras al espejo 20 veces, te echas colonia y dentro de lo que tienes allí vas impecable. La primera vez fue emocionante. Le pasaron a ella primero a la habitación y luego yo. Nos dimos un abrazo enorme, infinito y hubo llantos. Hacía mucho tiempo que no la veía".
Además, ha admitido que en aquel encuentro mantuvieron relaciones sexuales: "Llevaba yo en la cárcel 4 ó 5 meses y sí hubo una relación. Pero imagínate un cuarto pequeño, las sábanas blancas... En esta habitación hay una cama y un baño, eso sí muy limpias. Puedes hablar, intimar o besarte o comerte un paquete de patatas. Pero en los vis a vis intimas con la persona, vamos que te acuestas con ella".
Un segundo vis a vis: "Vino a preguntarme por dinero"
Sin embargo, ese amor que se profesaban cambió en la siguiente visita. Según ha señalado Muñoz, "fue mucho más fría", "una visita de negocios": "Vino a preguntarme por el dinero que le habría dado a mi exmujer, Mayte Zaldívar", ha dicho.
En aquel momento, el exalcalde de Marbella supo que la relación estaba muerta: "¿Cómo se le ocurre pensar que yo le daba a Mayte Zaldívar 400.000 euros si no los tenía? Ahí me había dado el infarto, la angina, tenía problemas circulatorios y me habían ingresado. Estaba jodido, no percibí ninguna muestra de afecto. Fue una visita fría, no le guardo buen recuerdo. Todo distante. Allí, yo en Jaén y enfermo, me di cuenta que eso ya no iba a funcionar nunca más".
