Un joven estadounidense de 21 años ha perdido un ojo después de sufrir una infección por dormir la siesta con las lentillas puestas. El afectado, Mike Krumholz, se olvidó de quitarse las lentes de contacto antes de echar una pequeña cabezada el pasado día 19 de diciembre, pero cuando se despertó se dio cuenta de que este despiste le había costado caro.

Una de las advertencias más repetidas por parte de los profesionales de la oftalmología siempre ha sido sobre el uso correcto de las lentillas. Una acción imprudente de estas características puede conllevar lesiones irreparables como la pérdida de un ojo en los casos más extremos, que precisamente es lo que le ocurrió a Krumholz en su caso.

Al despertarse, el joven sentía un dolor muy fuerte y observó que sufría una inflamación considerable, así que se dirigió a un centro sanitario para que le examinaran. Allí, los profesionales médicos le prescribieron antibióticos y esteroides creyendo que simplemente se trataba de un herpes, según informa el Daily Mail.

Un joven pierde un ojo por dormir la siesta con lentillas

En vista de que el tratamiento con estos medicamentos no solo no resultó efectivo, sino que además desembocó en un agravamiento de su estado de salud, Krumholz volvió al centro sanitario por la persistencia del insoportable dolor. Finalmente, en esta segunda ocasión que tuvo lugar un mes después, el 21 de enero, los profesionales médicos diagnosticaron una queratitis ocular provocada por una bacteria llamada Acanthamoeba.

La infección producida por este microorganismo no suele ser peligrosa, excepto si se da la situación de que entre en contacto con una parte del ojo: la córnea. Este parásito ocular, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, afecta a 1 de cada 33 millones de personas que utilizan lentillas.

En el caso de Krumholz, la bacteria Acanthamoeba ‘se comió’ su ojo izquierdo, provocándole una pérdida parcial de la visión. “Nunca había sentido un dolor como este, es imposible de explicar. A veces gritaba de dolor”, contó el propio afectado por esta infección ocular que terminó por hacerle perder un órgano de vital importancia para el sentido de la vista.

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Una vez recibido el diagnóstico definitivo, el joven estadounidense de 21 años tuvo que someterse a una operación quirúrgica que no resultó demasiado exitosa. Ahora, Krumholz tan solo es capaz de recuperar la visión de forma parcial en caso de recibir un trasplante, según lo explicado por él mismo: “La pupila está cubierta, no tengo una en este momento, no puedes verla. Eso se debe a que el parásito se ha comido gran parte de ella”.

Consejos para un correcto uso de las lentillas

Para evitar que ocurran casos como el del joven estadounidense, hay varios consejos que se deben seguir de manera estricta para un correcto uso de las lentillas y no llegar a un punto en el que pueda acarrear graves consecuencias para la salud:

  • Colocar las lentillas: sostén el párpado inferior con el dedo corazón, mientras con el índice coloca con cuidado una lentilla en uno de tus ojos. Al situar la lente en el lugar correcto, dirige la vista hacia arriba, abajo y los laterales y parpadea. Esta acción facilita la colocación de la lentilla en su sitio correcto, así que ya puedes quitar lentamente el dedo del párpado.
  • Retirar las lentillas: levanta el párpado superior con el dedo índice, mientras con el corazón baja el párpado inferior. Haciendo uso del índice y pulgar de la otra mano, como si fuera una pinza, da un toque con la yema de ambos dedos en un gesto de sumo cuidado para mover la lente de contacto hacia abajo y retirarla finalmente del ojo.
  • Lentillas de calidad: es esencial utilizar lentillas de calidad, ya que asegura el bienestar ocular.
  • Máxima higiene: hay que lavarse las manos antes y después de colocarlas y retirarlas. La solución única utilizada para conservar y depurar las lentillas debe ser renovada a diario. En cuanto al maquillaje, se tiene que poner después de colocarse las lentes de contacto.
  • Portalentillas: el cuidado de este instrumento es imprescindible por ser el lugar donde las lentillas se conservan, por lo que debemos limpiar con cierta frecuencia. Cuando lleves puestas las lentes de contacto, no debe contener líquido, el cual se debe renovar también con cada uso para evitar la contaminación de las lentillas.
  • Tiempo de uso: no hay que exceder el tiempo de uso de las lentillas. Algunas de ellas son de carácter diario, quincenales o mensuales, por ejemplo, pero no hay que utilizarlas más allá de este tiempo establecido por el laboratorio fabricante, ya que puede provocar irritación, infecciones o contaminación de las lentes de contacto.