Han pasado ya cinco meses desde que saltó el escándalo en la vida de Enrique Ponce y dejara a Paloma Cuevas por la joven Ana Soria. El diestro, tras varias semanas en el foco mediático, pasó a un segundo plano hasta ahora, que, según desvela Vanitatis, el torero mantiene abierta la puerta de su ex mientras su idilio con su actual pareja continúa.

El diestro, según aseguran en su entorno, no descuida a la que a todas luces será su ex mujer. El divorcio aún no se ha hecho efectivo. Solo falta la firma de Enrique Ponce, dado que Paloma Cuevas sí mantiene vivos sus ánimos de separación. Por su parte, el torero no quiere firmar hasta que concluya el año fiscal.

Entre tanto ruido judicial y tantas fluctuaciones, el portal Eurotoro afirma que Enrique Ponce estaría dispuesto a dar unos cuantos pasos atrás, cercenar el idilio adolescente con Ana Soria, quedando en poco más que en un amor de verano, y regresar a la vida familiar junto a la que ha sido su mujer durante casi un cuarto de siglo.

El no cierra la puerta de Paloma Cuevas porque busca su perdón. Una gracia que, a día de hoy, no tiene y que se antoja lejana. “Enrique puede haber comentado a su entorno algunas confidencias que podrían interpretarse como que después de la pasión, hay más cosas. Hay muchas lecturas y una de ellas sería echar de menos una estabilidad ambiental”, destacan sus allegados.

Estas mismas fuentes deslizan que el verano de Ponce ha fluctuado entre el toreo y momentos con los amigos cuasi adolescentes de Ana Soria, que han regresado a la universidad. “Llega el invierno y el entorno es diferente. Paloma era hogar, la tranquilidad, las niñas”, agregan .

Este es el escenario que Enrique Ponce tanto añora en la actualidad. De hecho, en estos últimos meses de otoño, la sobreactividad del Instagram del diestro como el de Soria ha quedado reducido al máximo. La última entrada de ambos ha sido la imagen de un perro similar al que Paloma Cuevas le regaló a sus hijas.

El entorno de Cuevas corrobora que no va a dar marcha atrás en el divorcio, según desvela Vanitatis. No obstante, el torero entra y sale cuando quiere de la casa de su expareja, mientras la llama de un amor de verano se consume.