Borja Escalona ha vuelto a ser el artífice de una polémica en redes sociales. El conocido youtuber, que ya lleva sobre su espalda otros escándalos virales, ahora ha intentado robar ropa de una tienda del centro de Madrid.

Tal y como ha compartido en su último vídeo de Youtube, Escalona se ha propuesto ir a una tienda de ropa en pleno corazón de la capital para hacer “una pequeña promo”. Al entrar en el establecimiento, y después de probarse un chándal, este insistió que se lo iba a llevar sin pagar por hacerle el favor a los dueños con su publicidad. "Este es el chándal que me van a regalar por esta pedazo de promo que les he hecho. En vez de cobrarles 10 mil euros, me van a regalar este chándal. Son así de majos", declara.

Ante tales palabras, puede verse cómo uno de los dependientes reacciona y, acto seguido, le pide que se vaya del local y que deje de grabar, momento en el que el youtuber se muestra visiblemente enfadado y amenaza con cobrarles la publicidad: “Ahora os tengo que hacer la factura. Dadme los datos fiscales y me pondré en contacto con la empresa. Estas promociones, cuando no son altruistas, no son un win-win, las tengo que cobrar aparte”, defiende.

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Otras polémicas en las redes sociales

Borja Escalona suma con esta una polémica más a su lista. El pasado mes de agosto, recibió una denuncia por parte de la Real Sociedad por allanamiento tras colarse en uno de los estadios de fútbol sin permiso y de manera ilegal, sosteniendo así que se hace pasar “por un influencer para disimular”. En su canal de Youtube, subió varios fragmentos de cómo se coló en otros espacios de la misma índole en Mestalla (Valencia), Balaídos (Vigo), San Mamés (Bilbao), El Sardinero (Santander) o el Reale Arena (San Sebastián).

Durante este verano, Escalona también hizo un directo dentro del bar A tapa do Barrill en Vigo, donde comió una empanadilla y le avisó a los camareros de que no la iba a pagar, a cambio así de hacer promoción del local. Tras advertirle de que no puede hacer eso, el youtuber amenazó a los dueños con enviarle una factura de 2.500 euros por sus servicios y de alentar a sus seguidores de registrar malas reseñas del bar en Google. Finalmente, el canal de vídeos cerró su cuenta tras las numerosas polémicas.