Lo habitual en el Congreso de los Diputados son las llamadas de atención de su presidenta a sus señorías. Normalmente, estos toques van dirigidos a los grupos de la derecha y la ultraderecha. Esta vez no iba a ser menos. Francina Armengol ha tenido que interrumpir la sesión de control durante un minuto para pedir “respeto” a los miembros del Gobierno mientras responden a las preguntas parlamentarias. “Un mínimo de educación”, espetaba la tercera autoridad del Estado, mientras abroncaba al Partido Popular por imponer su “estrategia deliberada de hacer ruido” mientras contestan los ministros, como le ha ocurrido a la titular de Defensa, Margarita Robles.

En una bronca sesión de control al Gobierno marcada por las interrupciones constantes, la ministra de Defensa, Margarita Robles, se vio obligada a alzar la voz para reclamar respeto durante su intervención. “Háganme el favor de respetarme mientras hablo. Orgullosa como mujer, profesional, jueza y ministra”, reclamó desde la tribuna, visiblemente molesta ante los gritos y abucheos procedentes de las bancadas del Partido Popular. Sus palabras, cargadas de firmeza, no solo fueron una llamada al orden, sino también una reivindicación personal y política en un clima cada vez más enrarecido en el Congreso.

La escena reflejó la creciente crispación que se vive en las sesiones parlamentarias, donde los miembros del Ejecutivo deben enfrentar constantes interrupciones que dificultan el debate sereno. Robles, acostumbrada a los entornos de tensión tanto en el ámbito judicial como en el político, no dudó en mostrar su hartazgo ante la falta de respeto institucional que, según denunció, se ha convertido en una práctica habitual desde la oposición. Su intervención fue recibida con una ovación desde el banco del Gobierno, mientras desde la bancada popular se mantenían los gestos de desaprobación.

Ante esta situación, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, tomó la palabra antes de continuar con el turno de preguntas para lanzar un mensaje claro a la bancada del PP. “Quiero hacer una reflexión al Grupo Parlamentario Popular. Hay una estrategia deliberada de hacer ruido mientras hablan los miembros del Gobierno”, denunció Armengol, en medio de nuevas interrupciones. Visiblemente incómoda, apeló al respeto institucional y al derecho de todos los diputados a ser escuchados: “Los ciudadanos se merecen poder oír las explicaciones de todo el mundo. Todo el mundo tiene derecho a expresarse, dentro del respeto a esta Cámara”.

La presidenta del Congreso dirigió su llamamiento no solo a los diputados que interrumpían, sino también a los máximos responsables del PP. “Se lo pido a la dirección del partido, a la dirección del Grupo Parlamentario y al señor Feijóo especialmente”, subrayó, en una clara alusión al líder de la oposición, sentado en primera fila. Sin embargo, lejos de calmarse los ánimos, los gritos desde la bancada popular continuaron, dificultando el desarrollo normal del debate. Lo ocurrido este miércoles pone de manifiesto el deterioro del clima parlamentario y plantea serias dudas sobre la viabilidad de un diálogo constructivo entre Gobierno y oposición.

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