La guerra entre Paulina Rubio y Colate Vallejo-Nágera se recrudece tras doce años de batalla judicial y mediática con más de medio centenar de denuncias cruzadas y 600 documentos. La polémica comenzó dos años después de que la pareja tuviera a su único hijo, pero el cisma parece no tener un final próximo. Según han revelado en Y ahora Sonsoles, la cantante ha sido acusada de un presunto delito de maltrato físico a su hijo de 14 años. Un hecho por el cual se ha visto obligada a acudir a terapia familiar. Al menos esta es la versión que sostiene la defensa de su expareja.
Esta narrativa sugiere que la artista mexicana habría castigado al adolescente sin teléfono móvil, lo que desencadenó en una acalorada discusión que concluyó con la presunta agresión de Rubio. Sin embargo, como cabría esperar, la cantante ha desmentido tal versión con rotundidad. La cuestión está en que la cuidadora de la vivienda, al escuchar los gritos que provenían de las habitaciones del domicilio, decidió alertar a la Policía, que se personó de urgencia en su casa de Miami.
Después de que los agentes verificaran lo ocurrido, trasladaron los hechos a la tutora legal del menor, tal y como especifican las leyes estadounidenses. En ese momento fue cuando la propia Paulina Rubio elevó el caso al juzgado de manera inmediata. “Ha habido una denuncia. La Policía se personó en el domicilio y hay abierta una investigación para saber exactamente qué ha pasado”, relataba Beatriz Cortázar en el programa que presenta Sonsoles Ónega en Atresmedia. “Hasta donde yo sé, no es la primera vez que esto ocurre, sólo que en esta ocasión sí ha habido una reacción por parte de la tutora legal”, continuó.
Con todo sobre la mesa, aún no existe una resolución definitiva. Al menos por el momento, pero la jueza sí habría ordenado de manera preventiva que la cantante mexicana acatara la solicitud de la cuidadora de su domicilio para acudir a una terapia familiar que podría subsanar de laguna manera los problemas que existen actualmente. Tras ello, la periodista puso sobre la mesa la existencia de otro procedimiento abierto en España desde el verano pasado y que está pendiente de tomar declaración a los interesados. El proceso, sin embargo, no puede avanzar debido a que el menor se encuentra en el extranjero.