Lo que comenzara por una publicación en redes sociales en las que la cantante Soraya compartía un vídeo de su hija bailando, pasó a convertirse en un fenómeno viral con más de 113 millones de visitas y que, en el tramo final de la historia, ha terminado por crear una polémica en relación a lo que se expone acerca de los menores por parte de los padres en estas plataformas, o como se conoce según el término de moda: sharenting.
Esta viene a ser la práctica de compartir una alta cantidad de fotos, vídeos o información de los y las hijas en las redes sociales a manos de sus padres, algo muy común de encontrar entre famosos o influencers. El último caso que se ha analizado en relación a esto ha sido el del baile de la hija de Soraya, que ha llegado a un nivel de popularidad que ha puesto en alerta a muchos usuarios de internet ante el más de millón de guardados que posee la grabación, así como los miles de memes creados con Inteligencia Artifical que han inundado las redes sociales creando avatares digitales de Olivia que imitan su baile.
En días recientes, muchas divulgadoras sobre sharenting han advertido, a partir de esta situación, sobre las amenazas que acarrea la sobreexposición infantil y se mostraban contrarios de la decision de la cantante de publicar el vídeo de su hija, describiéndolo como el ejemplo de lo que no hay que hacer. Una de ellas era @Medianochetube, que explicaba la situación y comentaba que había "cientos de cuentas haciendo memes de la niña utilizando Inteligencia Artificial y otros tantos usuarios tratando de viralizarse imitando a la menor". Además de ello, añadía: "Los comentarios en las redes son lamentables, llegando a la burla". "A la pequeña ya la han bautizado como 'La niña pingüino', y hay muchos padres poniendo a bailar a sus hijos para pegar el pelotazo también", decía. De esta manera, la activista concluía con un claro mensaje a los padres y madres: "Cada vez que subimos contenido sobre nuestros hijos en redes, perdemos el control sobre él".
Un vídeo inocente recreando el El baile del pingüino, que ha derivado en una controversia con numerosos comentarios críticos en contra de la artista, que ha terminado por responder en Espejo Público. Soraya no ha ocultado su malestar en relación a todo esto y no terminando de comprender cuáles son los inconvenientes que encuentran los usuarios de las redes: “¿Qué cómo me siento? Pues no siento nada, porque mi hija es maravillosa, divertidísima y tal como la ves en ese vídeo es lo que es, se acabó. ¿Pero críticas de qué?", preguntaba.
De hecho, Soraya no encontraba justificación en la oleada de mensajes negativos que ha recibido y explicaba que esta situación ha sido circunstancial y que, de repente, su hija se ha convertido en gran protagonista cuando existen otros "50 vídeos" de ella publicados en sus perfiles de redes sociales, al igual que el que exponen otros tantos miles de padres. Una conversación con el programa en la que aprovechaba para lanzar, de camino, un mensaje a quien hablaba sobre la posibilidad de estar obteniendo réditos económicos a partir de ellas.
Yo no vendo a mis hijas, yo no estoy cobrando por ese vídeo. Ha salido de mis redes sociales y ya está. Esto no es una campaña de nada
No solo subrayaba esto, sino que también quería mostrarse inmune a los comentarios despectivos o acusaciones que pudieran hacerse sobre ella. “Por favor, me llevan criticando 20 años, ¿Qué me vas a criticar ahora? ¿Qué esto es algo nuevo? Yo ya estoy acostumbrada a que me critiquen y yo sigo siendo la mejor madre del mundo para esa hija”. Soraya destacaba a Espejo Público que, a estas alturas de su vida, qué le van a importar a ella lo que opinen sobre ella, y se mostraba indifente a lo que puedan decir para molestarla: "Si yo tengo que estar dependiendo de la crítica social... Me da absolutamente igual".