Las galaxias y los planetas nunca habían estado tan salvaguardados por una cazarrecompensas como con Samus Aran. Metroid Dread llega como una de los títulos más inesperados y aceptados de este 2021.

MercurySteam trae una aventura nueva a Metroid que sirve como secuela del conocido Metroid Fusion de Game Boy Advance. Tras cerca de 20 años, la Nintendo Switch da vida a una nueva odisea en la que Samus Aran aterriza en el planeta ZDR donde los retos, puzzles y un sinfín de salas serán el escenario perfecto donde poner nuestro ingenio en juego.

 

Jugabilidad a raudales y horas de juego pautadas

Pese a que quizás Dread pueda pecar de escasez de horas, el jugador amateur y fan de los metroidvania puede sacarle el rendimiento al máximo. Su punto fuerte y el que te pone los nervios a flor de piel no son sólo los jefes finales. Los E.M.M.I (Explorador Móvil Multiforme Interplanetario) será la verdadera amenaza del in game. Escapar de estos robots suele acabar en desgracia y enfrentarse a ellos para abatirlos hace que Samus tenga que disponer de un rayo letal con el que liberar la zona que protegen.

En la búsqueda por recuperar sus funciones, la cazarrecompensas viajará por distintas partes del planeta donde la variedad de enemigos no es, ni mucho menos, escasa.

Al ser un juego de plataformas en el que las dos dimensiones son su punto fuerte, el regusto a lo retro se entremezcla bien con el potencial de la híbrida de Nintendo. El juego de cámaras y la ambientación en las cinemáticas de los jefes finales mantienen vivos los 360º que giran en torno suya.

Respecto al guion (sin entrar en spoilers) se sigue un transcurso limpio, pero con el claro signo de que la esencia de Metroid sigue por los años 90. Al entrar en los mapas, debes saber que cualquiera de las paredes que te rodean pueden ocultar varios secretos y misterios que según avanzas en la trama te permitirán entrar en alguno de estos que no has podido con anterioridad. Además, las pistas para continuar la historia son escasas lo que hace que la sumersión en la trama sea la misma que puede tener la protagonista: desconcierto y gusto por lo desconocido.

Samus Aran

 

No es un juego de terror, pero sudas frío

Al entrar en las zonas protegidas por los E.M.M.I, el sigilo y la astucia deben ser tus mejores aliados, estos enemigos son la causa perdida por la que la desesperación y el intentar buscar el timming para protegerte de los golpes que te aniquilarán te harán desesperarte por no encontrar la salida y correr por la escena sin ningún sentido.

Además, la música que acompaña toda la sala va cambiando en consecuencia a su cercanía y esto incrementa el miedo que vas sintiendo de no conseguir escapar.

Pero los E.M.M.I no son la única amenaza. Los enemigos-mina y aquellos que te embisten nada más verte hacen peligrar tu energía vital a cada segundo. Sin embargo, al avanzar y teniendo más horas de juego, la habilidad con las manos y los contraataques son uno de tus mejores aliados para aprovechar las múltiples funciones de la coraza de Samus.

Los jefes finales tampoco son moco de pavo, la variedad de todos ellos y sus diferentes formas de atacar te hacen pasar de un estilo más pasivo a uno más activo donde la rapidez con la que pulsar varios botones y cambiar entre unas armas y otras acaban siendo una situación de prueba y error hasta descubrir cómo actuar.

 

Un mundo con profundidad

En cuanto a la estética y el diseño de los mapas, nos permite sumergirnos (literal y no literalmente) en cada una de las escenas diferentes que ofrece Metroid Dread. La sensación de profundidad y el juego con las sombras y luces de cada mundo distinto hacen que el traje de Samus destaque por sus luces y detalles técnicos.

Respecto a las cinemáticas, el giro de cámaras y la espectacularidad de los combates hacen que se viva una autentica película de ciencia ficción. Con el comienzo tan fulgurante que se puede vivir, ya te anuncian que deberás estar alerta ante cualquier posible amenaza que aparezca delante de ti.

FBf6Sp8VIAE3IrL

 

Metroid Dread: Un imprescindible en tu colección

La jugabilidad, el guion y un sinfín de acción son la base de una herencia bien recibida del de Game Boy Advance. Los fans que hemos estado esperando retomar este estilo retro no nos cabe duda de que las horas que nos tienen delante de la pantalla valen su peso en oro. Además, el gran ecosistema que tiene y todas las herramientas que puedes ir descubriendo harán exprimir las meninges hasta que por fin Samus Aran consiga escapar de ZDR en el mejor estado como una de las mejores versiones de toda su historia.