Madres, padres, profesorado, alumnado… Casi todo el mundo parece tener problemas con las matemáticas, ya sea para explicarlas, enseñarlas o aprenderlas. Sin embargo, son una de las materias más importantes en el mundo actual y no solo en el ámbito tecnológico.
Innovamat desarrolla herramientas educativas para que se acaben tus problemas con las matemáticas
Pero hay “una nueva esperanza”. Se trata de Innovamat, una empresa española que desarrolla herramientas de evaluación, formación para docentes, investigación educativa, acompañamiento a las escuelas y recursos específicos para niños con dificultades de aprendizaje, entre otras soluciones.

Éxito internacional
Hemos hablado con Oriol Plans, responsable de Innovamat en España, para que nos cuente qué hace diferente a esta empresa fundada en 2017 en Barcelona y que cuenta con 21 500 docentes de más de 2 300 centros educativos de nuestro país, Estados Unidos, México, Italia, Chile, Ecuador, Colombia, Brasil y Perú.
Quedamos con él en una cafetería de una cadena internacional que podría estar ubicada en cualquiera de esos países. Habla con la soltura de quien tiene bien aprendida la lección, sentado en el borde del sofá y con el cuerpo inclinado hacia su interlocutor. Hace hincapié en el impacto real de la labor de su empresa, se lo cree y lo transmite bien.
La importancia de las matemáticas
“Las matemáticas son fundamentales para cualquier ámbito de la vida, ya sea personal o profesional. Contrariamente al pensamiento general, no son solo para quienes se dedican a la ciencia, a la tecnología, a las finanzas o a la gestión; son una herramienta fundamental para desarrollar el pensamiento crítico y analítico, para la resolución de problemas y para la toma de decisiones. Y eso afecta, como digo, a todas las áreas de la vida”, explica.
Y están ganando importancia “en un mundo muy cambiante, donde cada día aparecen nuevas innovaciones, nuevas tecnologías y nuevos procesos, y el pensamiento matemático es clave para poder adaptarnos a estos cambios y hacerlos nuestros. Además, en un mundo donde estamos constantemente bombardeados por todo tipo de información, saber analizar datos y tener pensamiento matemático (y, por ende, crítico), será crucial para navegar el día a día”.
No se te dan mal
Plans asegura no creer en eso de que no se te dan bien los números. “Creemos que el problema radica, precisamente, en una falta de entendimiento y de conocimiento de las matemáticas. Antes, la mayoría de las veces, estudiábamos y memorizábamos los algoritmos porque era lo que había que hacer: el proceso es así y te lo memorizas. Pero, ¿a cuántas personas conoces que tengan miedo, literalmente, a las matemáticas? ¿Que el evitar esta asignatura haya sido un factor clave para decidir qué itinerario o carrera estudian?”.
La visión de su equipo es muy diferente: “Nuestra propuesta busca que los alumnos entiendan profundamente los contenidos matemáticos y construyan los procesos de resolución de problemas, de razonamiento, de comunicación…”.
Explica que el pensar en el aula es fundamental, construir “la concepción conceptual de suma, resta, multiplicación y división para finalmente llegar al algoritmo tradicional. Y, de esta forma, contribuimos a cambiar la relación de los alumnos con las matemáticas, para conseguir que muchos más puedan disfrutarlas y entenderlas”.
Sin culpas
Según expone, no es “una cuestión de culpas, sino de cómo ha evolucionado el sistema educativo. Tradicionalmente, la enseñanza de las matemáticas ha estado muy centrada en la memorización y la repetición de procedimientos; clases muy transmisivas”.
Un enfoque que las investigaciones cambian: “desde hace décadas, la ciencia nos dice que lo óptimo es fomentar el razonamiento y la comprensión profunda. Por tanto, no es que sea un problema de los docentes y los educadores, porque ellos hacen un trabajo increíble cada día, adaptándose a la realidad de cada aula y dando lo mejor de sí con los recursos que tienen”.
Por eso, el reto “está en que la mayoría de los docentes, igual que yo, aprendimos matemáticas con un enfoque tradicional. Enseñar matemáticas de forma diferente a como las aprendiste no es fácil y, por ello, es necesaria mucha formación continua y acompañamiento”.
La buena noticia es que algo está cambiando ya: “Por suerte, hay muchos centros y muchos claustros que son conscientes de esta realidad, y que están dispuestos a trabajar y mejorar, y están comprometidos con esta misión: hacer que los alumnos piensen, que comprendan lo que hacen y por qué lo hacen”.
Sobre todo, si tenemos en cuenta las peculiaridades de “un sector muy sensible, con décadas de procesos establecidos que hay que ir, poco a poco, reformulando o mejorando”.
Por eso, lo más complicado de su proyecto “es romper con esta inercia y demostrar a la sociedad en su conjunto que es posible otra forma de enseñar, y que, además, es más beneficiosa para el aprendizaje de los alumnos. Es importante que más decisiones de las que tomamos en nuestro día a día como educadores estén basadas en evidencia científica”.