Y se debe al cambio climático, y tiene un impacto negativo en los intentos por erradicar el hambre y mejorar la salud en todo el planeta. Así lo ha anunciado el Consejo Mundial del Agua en la segunda Conferencia Internacional sobre el Agua y el Clima celebrada en Marsella (Francia), que ha contado con el apoyo de la Presidencia de la COP23 y ha reunido a 150 expertos en clima y agua, así como los ministros de Medio Ambiente de varios países, para "esbozar el camino a seguir y generar conciencia global sobre asuntos críticos relacionados con el agua".
El Consejo ha anunciado que en 2030 serán necesarios entre 97.000 y 254.000 millones de euros, más otros 17.400 mil millones para erradicar el hambre o la financiación en la agenda de los líderes políticos para retos como construir ciudades sostenibles resistentes al cambio climático.
Así, se deduce que el agua jugará un papel "cada vez más importante" en el futuro del desarrollo y la geopolítica. En la COP22 de Marrakech (Marruecos) en 2016 se comprometieron 100.000 millones de euros anuales para 2020 para luchar contra el cambio climático y reducir las emisiones, pero a consecuencia de determinados conflictos y otras circunstancias, el hambre se ha incrementado por primera vez en décadas desde 2016. En este contexto, se prevé que en 2030 haya un déficit global de agua si se mantienen las condiciones actuales y han advertido de que en ese marco el aumento de la demanda provocará un aumento del riesgo de conflictos localizados y llevará a un escenario en el que se hará más difícil la toma de decisiones para distribuir los recursos, y esto, a su vez, limitará la expansión de sectores críticos para el desarrollo sostenible.