Seguro que piensas que mujeres y hombres tienen las mismas oportunidades de acceder a internet. Pues mucho nos tememos que no. De hecho, la brecha digital de género se sigue abriendo y pasó del 11 por ciento de 2007 al 17 por ciento en 2019. Como no podía ser de otra manera, la mayor diferencia se registra en los países menos adelantados del mundo. En ellos, llega al 43 por ciento.

Son datos que nos recuerda Naciones Unidas con motivo de la celebración hoy del día internacional de la Niña. ¿Por qué es tan importante el acceso a internet? “Estamos en el segundo año de la pandemia de la COVID-19, un contexto que ha acelerado todavía más las plataformas digitales para aprender, ganar dinero y conectarse, pero que también nos ha desvelado las diversas realidades digitales de las niñas”, explican desde la organización.

La brecha digital de género en conectividad, dispositivos y uso, así como habilidades y trabajos es real

Brecha digital de género

La ONU advierte de que “la brecha digital de género en conectividad, dispositivos y uso, así como habilidades y trabajos es real. Es una brecha de inequidad y exclusión entre geografías y generaciones que debemos abordar si queremos una revolución digital para todos y con todos”.

En el mundo, 2.200 millones de personas menores de 25 años no tienen acceso a Internet en el hogar, “y es más probable que las niñas sean las más afectadas”.

Casi una de cada cuatro mujeres de entre 15 y 19 años no están ni escolarizadas, ni trabajando, ni formándose

Un camino complejo

“La percepción común es que existe un camino lineal de la educación formal al empleo. Sin embargo, nuestro análisis revela una historia más compleja sobre una red de factores que influyen en cómo las niñas y las jóvenes realizan su transición hacia el trabajo; y presenta oportunidades para una aproximación inteligente desde el punto de vista de género para la inversión, que afronta la brecha de género persistente en la participación económica”, explica Naciones Unidas en su documento Invirtiendo en caminos hacia el empleo.

Esta guía para la inversión quiere ampliar las oportunidades de las adolescentes y jóvenes en países de ingresos bajos y medios. Según sus datos, en el África subsahariana, el porcentaje de mujeres en esas edades que no están ni escolarizadas, ni trabajando, ni formándose es del 24 y del 13 por ciento, respectivamente. Y casi una de cada cuatro mujeres de entre 15 y 19 años en todo el mundo están en esa situación, en comparación con uno de cada diez hombres.

Hoy en día, da igual dónde viva una niña, corre el riesgo de encontrar violencia en cualquier espacio

Violencia

“Hoy en día, da igual dónde viva una niña, corre el riesgo de encontrar violencia en cualquier espacio: en clase, en casa y en su comunidad”, explica Naciones Unidas en su publicación Una nueva era para las niñas, en la que analiza los últimos 25 años de progreso y las diferencias de género.

El documento pone de manifiesto la creciente complejidad de esos tipos de violencia, como consecuencia del “auge de la tecnología. Sin embargo, la tecnología también ha abierto nuevas oportunidades para que las niñas amplíen sus redes y el aprendizaje de habilidades digitales y transferibles, que las preparan para la vida y el trabajo”.

Hay que evitar todo tipo de decisiones para las niñas, sin las niñas

Medidas

Entre las medidas que se deben tomar para empoderarlas, la ONU señala la necesidad de abrir nuevas opciones para que “se conviertan en agentes del cambio” y que hagan oír “sus voces y opiniones en sus comunidades y procesos políticos sobre cualquier decisión relativa a sus cuerpos, educación, carrera y futuro”. Es decir, evitar todo tipo de “decisiones para las niñas, sin las niñas”.

Otro punto fundamental es fomentar la inversión en programas que aceleren su progreso, “incluido el desarrollo educativo y de habilidades de chicas adolescentes para la cuarta revolución industrial”.

Es imprescindible asegurar que todas las niñas viven vidas plenas y hacer visibles a las chicas marginadas

Pocas mujeres STEM

Porque uno de los grandes problemas es la falta de presencia femenina en el mundo STEM [ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas]. Por eso, la organización considera imprescindible "crear sinergias y expandir las alianzas entre el desarrollo de habilidades de chicas adolescentes y su participación en el análisis de las divisiones de género permanentes” en estas áreas.

Pero no solo la formación es imprescindible. También se debe “asegurar que todas las niñas viven vidas plenas”, para lo que es preciso valerse de datos para “hacer visibles a las chicas marginadas”. En este grupo, la organización incluye aquellas “con discapacidades; en hogares pobres y en áreas rurales; de minorías étnicas y grupos indígenas; en entornos frágiles y de conflicto; y quienes pueden ser marginadas por motivo de su orientación sexual o identidad de género”.

El objetivo es que estas mujeres cuenten con “las herramientas adecuadas y el espacio para incrementar su compromiso y su liderazgo”. Ese será el momento en que puedan “dar forma al mundo que las rodea y abrir puertas para que puedan estar en el corazón de los procesos de toma de decisiones que afectan a sus vidas”.

Solo dos de cada cinco mujeres llegan al final de la secundaria y una de cada diez es analfabeta

La educación, clave

Pero, para conseguirlo es crítico, en primer lugar, asegurar que las niñas completan su formación en período escolar. Algo, para lo que es imprescindible “un entorno en el hogar que priorice el aprendizaje”, así como un entorno escolarseguro y que apoye, con cuartos de baño que funcionen, un plan de estudios relevante y profesorado bien formado”.

En este aspecto, sí se ha producido una mejora: mientras que en 1998, solo una de cada dos chicas en edad de cursar la secundaria efectivamente lo hacían, hoy la cifra a ascendido a dos de cada tres. Pero, aunque cuatro de cada cinco terminan la primaria, solo dos de cada cinco llegan al final de la secundaria. Y en la actualidad, una de cada diez mujeres es analfabeta.

MGF y matrimonio infantil

Además, prácticas “como la mutilación genital femenina [MGF] y el matrimonio infantil son una violación de los derechos de las niñas, que les roban su infancia y ponen en peligro opciones y oportunidades a lo largo de toda su vida”, señala Naciones Unidas. Según sus datos, todavía hoy una de cada tres mujeres entre los 15 y los 49 años es víctima de la MGF, en los 31 países en los que se sigue practicando.

Y no solo eso, casi cuatro de cada diez mujeres adolescentes en el mundo creen que la violencia doméstica contra las mujeres está justificada. “Esta aceptación entre las adolescentes sugiere que puede ser difícil para las chicas casadas que la experimentan busquen asistencia, sea formal o informalmente; y para las no casadas, identificar y negociar relaciones equitativas y sanas”.