Es bien conocida y casi legendaria la relación que los indígenas americanos, desde Alaska a Tierra del Fuego, tienen con los recursos naturales. Pese a que su organización pueda parecer en algunos aspectos primitiva, todas estas sociedades tienen plena consciencia de la importancia del uso sostenible del entorno.

Los indígenas Wayúu se mueren de sed

Las cosas cambian cuando la sociedad occidental, también autodenominada civilizada, entra en contacto con ellos. Uno de los últimos ejemplos es el de los indígenas Wayúu Shipia de la región colombiana de La Guajira. Actualmente esta comunidad está muriendo de hambre y de sed. En los últimos tres años 5.000 niños han perecido. La razón: les robaron su río. Ahora el documental El río que se robaron pone imágenes a la tragedia de este pueblo. Durante generaciones, los Wayúu habían vivido gracias a los recursos que extraían del río Ranchería. En 2010 finalizó la construcción de la represa de El Cercado. La excusa era garantizar los recursos hídricos a los pueblos de la zona. En la práctica no fue así.

Un documental de denuncia

El documental del periodista colombiano Gonzalo Guillén denuncia cómo el agua de esta represa se desvió para alimentar al ganado de los grandes terratenientes de la zona y para las labores de minería de las explotaciones próximas. Mientras, los Wayúu vieron como su medio de subsistencia desaparecía de la noche a la mañana. Así perdieron el agua para beber, para regar sus tierras ni tan siquiera para asearse, en una de las zonas más áridas del país. Y la desnutrición se volvió endémica entre ellos. Además, con la falta de alimento, aparecieron enfermedades como la tuberculosis. El río que se robaron forma parte de un movimiento ciudadano que exige al gobierno colombiano el cumplimiento de las promesas realizadas a la nación Wayúu. Acciones que frenen la elevadísima mortalidad de los indígenas.   [embedyt] http://www.youtube.com/watch?v=Pw5atUNNTMY[/embedyt]