¿Quién no ha visto alguna imagen del fondo marino, cubierto por una alformbra de coral y plagado de diferentes especies de peces de todos los colores y formas? Pues, si seguimos a este ritmo de calentamiento global, todo eso habrá desaparecido en 2070. Apenas 50 años más de extinción a toda velocidad. 

Esta situación tiene mucha más importancia de la que la mayoría podría pensar. Tiffany H. Morrison, Terry P. Hughes y el resto de su equipo publicaron ayer en Nature las conclusiones de su investigación, que ponen de manifiesto lo acuciante de este fenómeno. "Los arrecifes de coral cubren solo el 0,5 por ciento del suelo del océano, pero sostienen casi un 30 por ciento de las especies de peces marinas del mundo". Y, a pesar de estar sumergidos, su acción beneficia a todo el planeta y, por supuesto, a quienes lo habitamos: "Su pérdida tiene enormes implicaciones para la biodiversidad y para los cerca de 400 millones de personas que dependen de ellos para trabajar, alimentarse, protegerse de las olas, tormentas e inundaciones en más de cien países de Australasia, Sudeste Asiático, el Indo-Pacífico, Oriente Medio, el Caribe y América tropical. 

La pérdida de los arrecifes tiene enormes implicaciones para la biodiversidad y para los cerca de 400 millones de personas que dependen de ellos

Los autores de la investigación aseguran que es necesario cambiar de estrategia: "Creemos que se necesita urgentemente un cambio en el enfoque del montón de grupos que luchan por salvaguardar los arrecifes [...]. Esos grupos deben transmitir las causas de la decadencia del ecosistema de los arrecifes, no solo centrarse en la biodiversidad o en intentar restaurar un arrecife o región en particular", explican.

Causas

La causa principal de la desaparición del coral se debe al aumento de la temperatura del mar durante las olas de calor, que puede matar a las especies más sensibles o provocar que expulsen las algas microscópicas beneficios que viven en sus tejidos, lo que se conoce como "blanqueamiento". Un proceso que se ha acelerado de forma notable desde una media de 25 años entre cada blanqueamiento en masa en los años 80, hasta solo seis años desde 2014. Sin embargo, hay lugar para la esperanza: "En una o dos décadas, la mayoría de las poblaciones afectadas por el blanqueamiento se pueden recuperar", afirman Morrison y su equipo. 

Las muertes en el Pacífico por enfermedades prevenibles han aumentado en parte por culpa de los cambios en la dieta y el estilo de vida 

Los efectos de esta situación en los seres humanos son catastróficos. En el caso de las los países del sudeste del Pacífico, la importanción de carne enlatada y productos envasados se ha elevado, en parte a causa de la reducción de la cantidad de pescado disponible. Las importaciones en países como Samoa o Tonga ya superan el total de exportaciones. "Las muertes en el Pacífico por enfermedades prevenibles, como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y cáncer, han aumentado en parte por culpa de los cambios en la dieta y el estilo de vida que acompañan al incremento de la confianza en las importaciones [hace seis años, estas enfermedades causaron el 80 por ciento de todas las muertes; en 2017, fueron la causa del 86 por ciento de ellas]".