En la actualidad, según datos de la empresa investigadora de mercados, Technavio, únicamente en EEUU la industria de los juguetes sexuales mueve alrededor de 20.000 millones de dólares, una cifra que puede crecer más de un cincuenta por ciento sólo en dos años.

No se sabe con seguridad que si a Emma hay que incluirla en dicho sector, pero lo que parece evidente es que la primera parte la reúne, la relativa al sexo.

De fabricación china, es un producto de Shenzhen Atall Intelligent Robot Technology, ahora mismo una de las empresas líderes en la aplicación de la tecnología a la robótica y que ha visto un filón en la unión de esas NNTT, androides y sexo. Emma es el nombre de este robot sexual que se ha convertido en su máxima exponente y todo un éxito de ventas.

Con un precio aproximado de 3.300 dólares, este sexbot es ya todo un fenómeno. Uno de sus éxitos viene dado por su parecido con un ser humano, incluida una piel suave y elástica.

“Elementos clave”

Según explican en la web de la compañía asiática, la nueva versión de Emma aún va más allá en su realismo y de nuevo el tacto es fundamental. Dicen desde la empresa que la “exquisitez de la piel externa y el nivel inteligente de practicidad son absolutamente los dos elementos clave” del éxito de estos humanoides.

Shenzhen Atall Intelligent Robot Technology, se sirve de “un nuevo material M-TPE” para fabricar la piel. Se trata de un polímero de alta elasticidad modificado a través de la Inteligencia Artificial hasta convertirlo en algo similar a la silicona blanda ya existente.

La novedad es que este recubrimiento cuenta con “propiedades físicas generales mucho mejores que el TPE tradicional”, siendo más seguro, elástico, estable y cómodo. Además, los avances tecnológicos han permitido que la piel de Emma, para otorgarle mayor realismo, regule su temperatura hasta aproximarla a la propia del ser humano.

Este robot es solo un ejemplo, quizás ahora mismo el más mediático, pero hay más, también con aspecto masculino, como Henry, desarrollado por RealBotix cuyo lanzamiento está previsto para este mismo año.

NNTT e industria del sexo

Las posibilidades de personalización en estos y otros casos son múltiples y el dinero que generan para las compañías que los fabrican y comercializan es muy elevado. Es el nuevo boom relacionado con las nuevas tecnologías que no dejan de aportar cada vez más elementos de innovación a un sector, el del sexo, que sigue en pleno auge.

De ello habla también un análisis del sitio web Pornhub, que pone el acento en otro de los avances ligados a la tecnología, la realidad virtual (RV). Es el otro nicho de mercado que esperan y ya utilizan las compañías.

El incremento del porno con RV ha crecido de manera sobresaliente en menos de dos años (según Pornhub, en su caso, alrededor de un 275%). Las previsiones, además, apuntan mucho más lejos al indicar que en poco más de un lustro el sexo se convertirá en el tercer uso más importante de la RV.

¿Mejor el sexo con robots?

Los creadores de Emma están tan seguros de lo que venden que, incluso, hace unos meses se preguntaban si los robots sexuales son mejores que los humanos. Es verdad que en el texto se habla de pros y contras, si bien mientras como ventaja destacan la de “obtener más placer que las personas reales”, el factor negativo lo ciñen al “impacto en las relaciones sexuales tradicionales y la continuación humana”. 

El sexo no va a desaparecer. La clave es descifrar cuántas personas están dispuestas a sustituir a sus congéneres por robots humanoides.

La industria se va preparando al son que marcan las nuevas tecnologías. La cifra final de la transformación será cuestión de gustos... y de negocio.