No son buenos tiempos para Facebook. En los últimos días, la compañía fundada por Mark Zuckerberg ha visto como su reputación caía por los suelos por hechos no relacionados unos con otros.

Cronológicamente en cuanto a su conocimiento por la opinión pública, lo último tiene que ver con la seguridad de la plataforma, cada vez más en entredicho, hasta el punto de que circula ya el chascarrillo de que WhatsApp ha contagiado sus vulnerabilidades a la compañía matriz.

Los hechos, según revela Facebook, se remontan a enero, momento en que reconoce que en el marco de “una revisión de seguridad rutinaria” sus especialistas detectaron que “algunas contraseñas de usuarios se almacenaban en un formato legible dentro de nuestros sistemas de almacenamiento de datos internos”.

Es decir, algo así como que el encriptado que se supone que usa la empresa no funcionó. Reconocen que ya “hemos solucionado estos problemas y, como medida de precaución, notificaremos a todas las personas cuyas contraseñas que hemos encontrado se almacenaron de esta manera”.

Descubierto por un periodista

Sin embargo, esta aclaración realizada de manera oficial por la red social (y que puedes consultar aquí de manera íntegra) es del ayer, justo después de que el periodista experto en materia de ciberseguridad Brian Krebs, hubiese ofrecido la exclusiva en su página web.

¿En qué consiste el problema? Lo primero que hay que decir, atendiendo a las explicaciones de Facebook, es que hay que confiar en la buena voluntad y la deontología profesional de sus trabajadores porque solo ellos han tenido acceso a esas claves de usuarios.

En palabras de quien firma el comunicado, su vicepresidente de Ingeniería, Seguridad y Privacidad, Pedro Canahuati, “estas contraseñas nunca fueron visibles para nadie fuera de Facebook y, hasta la fecha, no hemos encontrado evidencia de que alguien abusó internamente o accedió a ellas indebidamente”.

Lo grave viene a continuación y tiene que ver con la cantidad de afectados que el propio Canahuati cifra en “cientos de millones de usuarios de Facebook Lite, a decenas de millones de otros usuarios de Facebook y a decenas de miles de usuarios de Instagram”.

En total, se calcula que han podido verse involucradas nada más y nada menos que entre 200 y 600 millones de cuentas. Si eres uno de los usuarios afectados –el porcentaje de que así sea es bastante elevado- recibirás una notificación de la aplicación informándote de ello y aconsejándote los pasos a dar para solucionarlo.

El directo del terrorista ultra

No están siendo estos, sin duda alguna, unos buenos días para Facebook porque este incidente llega después de saberse que la emisión en directo de la matanza llevaba a cabo por un ultraderechista en Nueva Zelanda no pudo detenerse al no ser detectado por el sistema de Inteligencia Artificial de la plataforma.

Esta inacción provocó que el vídeo en cuestión fuese visto más de 4.000 veces antes de que la compañía tomase cartas en el asunto.

No pasa por un buen momento la empresa fundada por Zuckerberg o, tal vez, sea más adecuado decir que llueve sobre mojado porque, el supuesto de la vulnerabilidad detectada ahora, no es la primera que se denuncia. Por su parte, la inacción en el caso del terrorista neonazi contrasta de forma directa con otros contenidos en los que, por verse, por ejemplo, alguna parte desnuda de un cuerpo, la censura de Facebook casi es inmediata.

Por cierto, por aquello de evitar males mayores, cambia cuanto antes tu contraseña.