Con el incesante crecimiento de los precios de la energía derivados de la guerra de Ucrania, ahorrar energía se está volviendo cada vez más una necesidad más acuciante y, aunque en España, la situación no sea tan problemática como en el resto de Europa, recortar euros en la factura luz es algo que todos los consumidores agradecen.

Sin embargo, en cuanto a energía se refiere, a menudo resulta complicado entender el por qué se paga lo que se paga. Entre tanta terminología y baile de cifras resulta harto complicado entender el extracto que cada cierto tiempo recibe el consumidor en su hogar. Pero basta seguir cinco sencillos pasos para poder experimentar un ahorro sustancial en la factura.

1. Conocer el contrato y la factura

Aunque pueda resultar de sentido común, conocer el contrato existente es de vital importancia a la hora de ahorrar energía. Todos los datos relativos al contrato tienden a aparecer en la factura, sin embargo, esta se antoja, a menudo, complicada de entender por el consumidor.

En concreto, en la factura aparecen conceptos como el importe a pagar por la potencia contratada dependiendo de si se habla de hora punta (la más cara) u hora valle (la más barata), expresado en euros por kilovatio consumido por cada hora (kW), los impuestos a la electricidad, el alquiler de los contadores, los servicios añadidos y el IVA de la factura.

Así pues, pongamos que la potencia contratada asciende a 4,6 kW y el precio del kW se encuentra en hora pico en 0,1143 euros por hora, mientras que el precio del kW en hora valle marca una cifra de 0,0095. Ambas cifras se sumarían entre sí y se multiplicarían por el periodo de facturación, que tiende a ser cada dos meses (60 días). De esta manera, la fórmula quedaría de la siguiente forma:

[Potencia contratada (4,6 kW) x precio del kW hora en pico (0,1143 euros) x 60 días] + [Potencia contratada (4,6 kW) x precio del kW hora en valle (0,0095) x 60 días] = 34,16 euros

A esta cifra de 34,16 euros se le aplica el Impuesto Eléctrico que se mantiene en un 5,11%, ascendiendo el monto total a 35,90 euros. También hay que sumar el alquiler de contadores que tiene un precio total de 0,02663 euros al día; cantidad que habría que multiplicar por los días del periodo de facturación, que suelen ser 60, lo que da un total de 1,60 euros más que se añaden a la factura, ascendiendo esta hasta los 37,50 euros.

El último paso para calcular el importe de la factura sería aplicar el IVA que, ahora, el Gobierno ha reducido desde el 21% al 5%. De esta forma el total apagar asciende hasta los 39,37 euros.

2. Elegir bien el tipo de mercado

Una vez entendidos todos los elementos que componen la factura de la luz, se debe conocer también el tipo de mercado al que se adscribe la tarifa contratada. En el sistema eléctrico español existen dos tipos de mercados: el regulado y el libre.

En el mercado regulado, se contrata el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), autorizado por el Gobierno y por la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC). El precio de la electricidad es variable, se fija hora a hora en función de lo que dicta el mercado mayorista de electricidad y en función de la estación del año.

La Red Eléctrica Española (REE) como transportista y operador del sistema eléctrico español publica diariamente, a las 20:15 horas, los precios horarios que se aplicarán las 24 horas siguientes para los consumidores acogidos al PVPC (puedes consultar los precios en este enlace). Este tipo de mercado tiene sus ventajas: es un requisito indispensable para poder acogerse al bono social; si bajan los precios, bajará la factura; y las comercializadoras de referencia no pueden vender otros servicios adicionales.

Mientras el mercado regulado tiene oscilaciones de precio, en el mercado libre el consumidor contrata un precio fijo generalmente por un largo periodo de tiempo con la comercializadora. En este tipo de mercado se conoce con antelación lo que se va a pagar y no se ven afectados por la subida de precios en el mercado mayorista, pero tampoco por las bajadas.

Antes, las tarifas en el mercado libre eran más caras a cambio de seguridad en el precio, sin embargo, en la situación actual, ofrecen tarifas que en el corto plazo parecen más baratas, pero que en el largo plazo puede no ser así. Cuando finalizan los contratos, los precios se mueven al alza, y muchos contratos de suministro incluyen una cláusula que habilita a las comercializadoras a modificar las condiciones ante la subida de precios.

Relacionado Facua apuesta por la tarifa regulada de gas: puede salir hasta cuatro veces más barato

Tal y como aconsejan expertos y distintas organizaciones de consumidores, ante la situación de crisis energética, resulta más beneficioso acogerse al mercado regulado. Ya que con ello se podrá beneficiar de las bajadas de precio y no estará obligado a la contratación de servicios adicionales, como permanencia, mantenimiento ni seguros. Además, resulta requisito indispensable para acceder al Bono Social Eléctrico.

3. Contratar la potencia necesaria

La potencia contratada es uno de los términos fijos que paga el consumidor en la factura de la luz, sea cual sea el consumo, e incluso si no consume. Esa parte fija del recibo es mayor cuanto mayor es la potencia contratada, ya que marca el coste del kW/h. Se justifica porque el servicio eléctrico tiene preparada la energía para recibirla inmediatamente, sin avisar a nadie, solo pulsando el interruptor o conectando un electrodoméstico.

Para calcular el consumo eléctrico que hay en una vivienda, se ha de tener en cuenta los distintos electrodomésticos. No obstante, existen asociaciones de consumidores como Facua y comercializadoras como Iberdrola o Naturgy que ofrecen simuladores para orientar al consumidor sobre el consumo de su vivienda.

A partir del 1 de junio de 2021 los consumidores con una potencia contratada por debajo de los 15 kW (que suelen ser los consumidores domésticos) que tengan contratado en el mercado regulado, con PVPC, adquieren una ventaja, al poder contratar dos potencias diferentes: una para los periodos punta y llano y otra para el periodo valle.

Por tanto, resulta de vital importancia conocer el consumo de la vivienda para no contratar potencia por encima de la necesaria, lo cual resultaría más costoso.

Debido a que gran parte del consumo energético en los hogares proviene de los electrodomésticos (un 55%) resulta importante apostar por la eficiencia energética. Preferentemente apostando por etiquetas con denominación A+++; A+ y A.

4. Contratar el tipo de factura necesario y adecuar el consumo a los tramos horarios

No obstante, desde junio de 2021, la reforma del mercado energético añade complejidad a la factura, estableciendo distintos periodos de consumo a lo largo del día, las conocidas horas punta, llanas y valle; además de trocear los peajes en dos tipos: los peajes propiamente dichos y los cargos.

Así pues, desde ese momento, la energía se ha comenzado a cobrar por tramos. Existen tres tramos horarios con distintos precios, y el precio cambia según las horas del día. De esta forma se establecen tres franjas horarias con diferentes precios atendiendo a la previsión de demanda. Eso sí; diferentes para consumidores domésticos (por debajo de los 15 kW) que se acogen al mercado regulado con el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) y grandes consumidores (por encima de los 15kW).

Por un lado, se encuentra el tramo punta, donde el precio del kWh es más elevado. Este tramo suele estar comprendido entre las 10:00 y las 14:00 horas y de 18:00 a 22:00 horas de lunes a viernes. Por su parte, Ceuta y Melilla cuentan con un tramo punta de 11:00 a 15:00 horas y de 19:00 a 23:00 horas.

En segundo lugar, se sitúa el horario llano, que cuenta con un precio intermedio por kWh. Está comprendido de 08:00 a 10:00 horas, de 14:00 a 18:00 horas y de 22:00 a 24:00 horas de lunes a viernes. En Ceuta y Melilla, el tramo es de 08:00 a 11:00 horas, de 15:00 a 19:00 horas y de a 23:00 a 24:00 horas.

Por último, la horquilla más barata es la conocida como tramo valle, comprendido de 24:00 a 08:00 horas los días laborables. Además, se consideran periodo valle los sábados, los domingos, el 6 de enero y los días festivos de ámbito nacional, definidos como tales en el calendario oficial del año.

No obstante, el horario de cada periodo puede ser variable dependiendo del mes del año. A su vez, los doce meses se agrupan también por temporadas: alta, media-alta, media y baja. Sin embargo, los archipiélagos y las ciudades autónomas cuentan con temporadas propias.

El vaivén en el precio de la factura de la electricidad hace que los consumidores tengan que estar pendientes continuamente del precio de mercado mayorista de la electricidad, que repercute directamente en la tarifa regulada, y sirve de referencia para los que tienen contratado el suministro en el mercado libre.

Es por eso por lo que conviene adaptar el consumo energético a los periodos más baratos a pesar de tener que variar los hábitos y horarios de consumo en beneficio del ahorro.

5. El bono social eléctrico

Aunque parezca una medida novedosa, el bono social eléctrico fue creado el 1 de julio de 2009, por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para proteger a los consumidores vulnerables, de acuerdo con el artículo 45 de la Ley 24/2013 del Sector Eléctrico.

Este bono social consiste en un mecanismo de descuento en parte de la factura eléctrica fijado por el Gobierno, para proteger a determinados colectivos de consumidores económica o socialmente más vulnerables, con un límite de KWh que tienen derecho a descuento.

Se fija de esta forma un descuento de la factura eléctrica que depende del grado de vulnerabilidad del consumidor. Un descuento del 25% para aquellos considerados vulnerables, uno del 40% para los vulnerables severos y del 100% para los que se encuentren en riesgo de exclusión social.

No obstante, el actual Ejecutivo ha ampliado temporalmente hasta el 60% para los consumidores vulnerables y el 70% para los vulnerables severos hasta el 31 de diciembre de este 2022. Pero la medida recoge también la ampliación del plazo y el aumento de la bonificación, del 60% al 65% para el consumidor vulnerable y, del 70% al 80% para el consumidor vulnerable severo hasta el 31 de diciembre del 2023.

El descuento se aplica sobre parte de la factura (sobre el término de potencia contratada y energía consumida), hasta el límite máximo anual establecido de KW/h de consumo con derecho a descuento, por lo que por encima de ese límite se aplicará la tarifa PVPC sin descuento.

Para acceder al bono social eléctrico, el consumidor tendrá que cumplir con una serie de requisitos:

  • Que la persona física que lo solicite sea el titular del contrato de electricidad.
  • Que el punto de suministro para el que se solicite sea su vivienda habitual.
  • Que tenga contratado o acepte su formalización, la tarifa regulada del Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), con una potencia igual o menor de 10 KW/h.
  • Que cumpla con los requisitos personales, familiares y económicos establecidos.

También resulta importante conocer la unidad de convivencia, el número de personas que la conforman y el umbral de la renta.