El corredor de hidrógeno verde que conecta la península ibérica con Francia, bautizado como H2MED, ha pasado el primer filtro de Bruselas. El proyecto de energía sostenible formado por España, Portugal y Francia, al que se sumó Alemania a comienzos de año, ha obtenido la calificación técnica positiva proveniente de la Comisión Europea. La superación de esta barrera, la primera de muchas, allana el camino para obtener la financiación comunitaria para desarrollar un proyecto de “interés común”. El coste aproximado se sitúa en torno a los 3.000 millones y la operatividad del conducto se prevé para finales de década.

Para defender este corredor y presionar en favor de una reforma integra del mercado eléctrico de la Unión Europea (UE), la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se ha desplazado este lunes hasta Luxemburgo. “La ecuación se ha de resolver favorablemente con una orientación clara por parte del Consejo", ha declarado Teresa Ribera en su llegada al Consejo de Transportes, Telecomunicaciones y Energía. La también vicepresidenta confía en poder llegar a un acuerdo esta reunión a pesar de la existencia de "aspectos críticos" que aún quedan "abiertos al debate".

La presidencia española del Consejo de la UE llega justo antes de las próximas elecciones al Parlamento Europeo, que tendrán lugar en mayo de 2024. En ese sentido, Ribera ha señalado que aún hay “por delante una transformación muy profunda y sistémica de nuestra energía”. “La energía es clave desde el punto de vista económico, industrial, innovador; pero también desde el punto de vista del bienestar de los ciudadanos europeos, por eso la oportunidad que tenemos de actualizar nuestro sistema es importante”, ha añadido, dejando claro cual será la dirección española y con la convicción de poder cerrar estos asuntos antes de finalizar el mandato.

Algunos de los aspectos que están generando mayor debate son, según ha citado Ribera, los contratos por diferencia y los mercados de capacidad. La propuesta española, en una clara apuesta por incentivar las renovables y alejarlas de del elevado precio que las tecnologías marginales (gas o carbón) introducen en el mercado, plantea el desarrollo de un mercado a plazo (largo) y con capacidad que, complementado con un mercado a corto plazo muy líquido y transparente, aporte estabilidad en los precios para los consumidores, seguridad de suministro e ingresos estables para los generadores y almacenadores.

“Queremos dar estabilidad a los precios, seguridad a los inversores y facilitar a los ciudadanos unos mejores precios frente al mercado marginalista”, ha señalado la ministra como máximas aspiraciones. “Hemos llegado a un punto de acuerdo en relación con la directiva de renovables, que debe ser clara para cumplir con los objetivos que se ha marcado la UE”, ha celebrado. No obstante, consciente de la dificultad que se encontrarán los países más alineados con las renovables y encabezados por España, ha pedido a la presidencia del Consejo que tome parte y apueste por la transición hacia energías limpias.

El H2MED comienza su largo camino

En lo referido al corredor verde, tras la suma de Alemania, la confluencia parece mayor; aunque Francia sigue presionando para que por este conducto no solo viaje hidrógeno verde. Los galos luchan por introducir en la ecuación el hidrógeno rosa, procedente de la energía nuclear, como fuente verde. No obstante, la apuesta conjunta de los tres países implicados desde el primer momento es convertir el H2MED en el primer hub de hidrógeno renovable del mundo. El H2Med es una apuesta "estratégica", celebran desde el Ministerio de Transición Ecológica, satisfechos del sí de Bruselas.

Tras esta primera calificación técnica cuyo "peso" han destacado desde el ministerio, los proyectos que no han pasado este corte podrán presentar sus alegaciones hasta finales de junio, cuando la Comisión hará oficial la lista de proyectos con evaluación positiva. Acto seguido, se llevará a cabo un análisis político, al que seguirá, en el mes de noviembre, la publicación de Bruselas del listado final con los detalles de los proyectos que serán calificados de Interés Comunitario y las cuantías de la financiación a las que optará cada uno de ellos.

La evaluación da lugar a una lista regional de los proyectos propuestos, que la Comisión adopta como lista a escala de la UE mediante un acto delegado y lo presenta al Parlamento Europeo y al Consejo. Estas instituciones dispondrán después de dos meses para oponerse a la lista -con posibilidad de una prórroga de otros dos meses-, pero no pueden solicitar modificaciones de la lista y, si ninguno de ellos la rechaza, entrará en vigor.