La negociación en torno a la reducción de jornada hasta las 37,5 horas, sin merma salarial, “no da más de sí”. Las palabras de Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Trabajo, anticipan que la reunión que tendrá lugar este martes desvelará si la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) mantiene su órdago o rema hacia el acuerdo. El Ministerio de Trabajo y Economía Social llevará la “última oferta” a la mesa de diálogo social y si de su celebración no emana un consenso tripartido seguirá adelante sin el visto bueno empresarial.
“Esperaremos a que las organizaciones nos respondan, y si podemos contar con la patronal, será para nosotros una gran noticia, pero si no podemos contar con ella, intentaremos un acuerdo con las organizaciones sindicales", ha trasladado el secretario de Estado. La decisión final de los de Antonio Garamendi se conocerá en la tarde del martes, pero el presidente de los empresarios ya se ha mostrado disconforme con el ultimátum y ha asegurado estar defendiendo “la negociación colectiva” y el cumplimiento de los convenios.
Asimismo, asegura no haber recibido la propuesta del Gobierno para bonificar a las pequeñas empresas que asuman la reducción. No obstante, la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, insiste en que desde su cartera se está cediendo en pro del acuerdo y aseguran que es la patronal quien “tiene que decidir si se coloca del lado de los intereses de las pequeñas empresas o hace otra cosa, como ya hizo en el salario mínimo". “Hemos propuesto todo tipo de medidas encima de la mesa y ahora tiene que dar una última respuesta la patronal”, ha defendido.
Sobre la mesa, el departamento de Díaz ha puesto tres grandes propuestas complementarias que por el momento no parecen resultar suficientes para la CEOE: un plan de acompañamiento y asesoramiento a pequeñas y medianas empresas de menos de 10 trabajadores afectadas por la reducción, un plan de bonificaciones a la conversión de contratos a tiempo parcial en empleos a tiempo completo, así como bonificaciones de contratos indefinidos que realicen las pymes de menos de 10 trabajadores como consecuencia de la aplicación de la rebaja de la jornada.
Los sindicatos presionan
Mientras Trabajo intenta atraer a la CEOE, recibiendo recelo, los sindicatos mayoritarios presionan para que la patronal ceda o, en caso contrario, para que el Ministerio continue adelante con la reforma. En la antesala de la reunión, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha insistido en esta postura y ha instado al Gobierno a acometer la reducción “a pelo”, sin bonificación a empresas si estas se niegan al acuerdo. "Si quieren compensación, si quieren acuerdo, que se sienten a negociar”, ha trasladado.
“Y si no”, ha continuado, “los empresarios de este país tienen que saber que su organización empresarial irá por la calle de en medio. Nosotros podríamos hacer lo mismo, pero estamos en la mesa haciendo propuestas e intentando entender en qué sectores hay más problemas y cómo podemos amortiguarlos", ha criticado. "La CEOE no puede estar paralizando esta reforma, lo razonable es que el Gobierno busque un acuerdo con las organizaciones que quieran firmarlo y que se inicie el proceso de tramitación porque el cambio legal lleva mucho tiempo", ha continuado.
Los tiempos se están demorando y aunque el acuerdo de legislatura contemplaba que la jornada se redujese a 38,5 horas este año y a 37,5 horas el siguiente, parece que las fechas no van a poder cumplirse. "Dentro de poco ya habrán pasado dos años de la legislatura, que, aunque dure cuatro años, podemos encontrarnos con que esta reforma no esté aprobada”, ha lamentado Álvarez. Todo ello para alcanzar un acuerdo tripartito que empuje a partidos como Junts a votar favorablemente en el Congreso de los Diputados.
Las organizaciones empresariales son conscientes de esta tesitura y el líder de UGT les ha rogado que no jueguen con la composición parlamentario. “Quiero pedirle a la CEOE que no juegue a la política, que igual es la ruleta rusa, porque lo mismo piensa que va a ganar, pero va a perder sí o sí, porque finalmente la reducción de jornada en España se va a hacer. Le guste o no le guste a la CEOE", ha trasladado.
Más allá de los empresarios, Álvarez también ha lanzado una advertencia a los diferentes partidos políticos. "No creo que vayan a querer ir a las elecciones de 2027 con este tema abierto, porque igual hay alguna ciudadana y algún ciudadano que a la hora de votar les pesa qué ha hecho cada partido en relación con la reducción del tiempo de trabajo, una cuestión para nosotros prioritaria”, ha zanjado.