“Record de deuda pública”; “los más jóvenes pagarán la deuda de hoy”; “los españoles deben X miles de euros”. Frases como estas y otras muchas se repiten con mucha frecuencia en los medios de comunicación. La deuda pública es uno de los temas más relevantes que debemos tener en cuenta cuando hablamos de las perspectivas económicas de nuestro país, pero ¿cuánto sabemos de ella? No siempre la información que se ofrece es la adecuada y, en gran parte de los casos, no siempre se cuenta toda la verdad. Aquí van algunos conceptos clave para entender un poco más lo que significa la deuda pública y cómo podemos hacernos una opinión formada sobre este asunto.

1.-En términos generales, es mejor tener menos deuda pública que más deuda pública. En general. Un país que está menos endeudado es un país que ofrece menos vulnerabilidades frente a futuras crisis y recesiones, tiene más espacio fiscal para reaccionar en caso de una recesión, y paga menos dinero en términos de intereses. Es decir, es mejor estar menos endeudado que más endeudado. Pero eso no significa que endeudarse sea siempre malo: un país se puede endeudar para hacer frente a crisis sobrevenidas o para realizar inversiones que, a largo plazo, harán crecer el Producto Interior Bruto (infraestructuras, educación, I+D). No es tan buena idea endeudarse para atender, recurrentemente, gastos corrientes.

2.-No existe un límite preciso sobre qué nivel de deuda es inaceptable. La Unión Europea mantiene un objetivo del 60% del PIB, y hace unos años se hizo famoso un artículo que señalaba que pasado el umbral del 90% del PIB, el crecimiento se ralentizaba. Pero el artículo estaba basado en un error de cálculo, como reconocieron sus autores. El nivel aceptable de deuda depende de varios aspectos: la confianza depositada por los mercados, el tipo de interés, el plazo de la deuda, la solidez de las instituciones… todo ello es analizado en un ejercicio denominado Análisis de Sostenibilidad de la Deuda que, teniendo en cuenta todos estos aspectos, señala qué nivel de deuda es sostenible y cuál no lo es. Y depende de cada país: con una deuda pública del 259% del PIB, la deuda de Japón es sostenible. Con una cifra mucho menor, Grecia tuvo que pedir varios rescates.

3.-Lo importante no es la cantidad de deuda, sino su relación con el Producto Interior Bruto. Juan y Manuel deben cada uno cien mil euros, pero Juan gana 250.000 euros al año y Manuel gana 60.000. Efectivamente, Manuel estará más endeudado en términos relativos que Juan. Lo mismo ocurre con los países: Alemania tiene una deuda absoluta superior a la española, pero su relación Deuda/PIB es muy inferior a la nuestra. Los análisis sobre la cantidad de la deuda sirven de poco o muy poco si no se pone en relación con el Producto Interior Bruto.

4.-Siguiendo con lo anterior, España ha batido su récord de deuda publica en 39 de los últimos 42 años, si se mide en términos absolutos. En términos monetarios, y desde 1980, la deuda pública ha crecido todos los años salvo tres: 2003, 2006 y 2007. Sin embargo, medida en términos de deuda/PIB, hemos vivido tres períodos de reducción de la deuda: entre 1996 y 2007, entre 2013 y 2019 y el último, que comenzó en 2021. El valor absoluto de la deuda no cuenta nada y hablar de un nuevo récord no indica nada si no viene acompañado por el PIB.

5.-La deuda pública no se devuelve como los préstamos familiares. En los países con acceso a mercados, como España, la deuda pública se estructura mayoritariamente en bonos que se refinancian en el mercado. Es decir, emitimos nuevos bonos con los que pagar los anteriores. Así ad infinitum. Esta dinámica es insostenible si cada vez tenemos que emitir más bonos para pagar los anteriores o si el mercado deja de querer refinanciarnos o lo hace a altos tipos de interés. Si se realiza en un contexto de crecimiento económico, la refinanciación es el modo habitual de reducir el peso de la deuda sobre el PIB. De nuevo: entre 1997 y 2007, España redujo  30 puntos el peso de su deuda pública sobre el PIB. Sin embargo, el stock de deuda viva, de hecho, creció 70.000 millones de euros.  

6.-No siempre una mayor deuda implica un mayor pago de intereses. Dependerá del tipo de interés existente en el mercado. En el caso de España, la intervención del Banco Central Europeo desde 2015 ha permitido a nuestro país gozar de tipos de interés muy bajos. En 2002, España pagaba un tipo medio del 5,6%, mientras que en septiembre de 2022, el tipo de interés medio es del 1,6%. En los Presupuestos Generales del Estado de 2023, el coste del pago de intereses se calcula en 31.000 millones de euros, con una deuda pública alrededor del 116% del PIB. Hace diez años, con una deuda pública situada en un 86% del PIB, España pagaba 38.000 millones de euros.

En definitiva, elementos todos ellos que pueden ser de interés para mantener un debate informado sobre el significado de la deuda pública y su alcance. Es un problema demasiado serio como para frivolizar sobre el mismo. Y ese frivolizar se puede hacer tanto minimizando los retos que representa como magnificándolos.