El precio de la luz en el mercado mayorista se mantiene este jueves cerca de máximos históricos en los 189,83 euros/MWh, frente a los 189,90 euros por megavatio hora registrados este miércoles. Así, apenas se reduce en 7 céntimos para la jornada del jueves, según los datos desvelados hace unos minutos por el operador del mercado ibérico OMIE.
Por franjas horarias, el precio de la luz tocará su pico máximo por encima de los 220 euros por megavatio hora, en concreto en los 221 euros entre las 20 y las 21 horas, mientras que el precio más barato se registrará en los 145 euros por megavatio hora, entre las 2 y las 4 de la madrugada.
El precio medio de la luz tocará entonces el segundo precio más caro de la serie histórica este jueves, solo superado en 7 céntimos por el nuevo máximo registrado este miércoles en el mercado mayorista. A las subidas constantes del precio de la electricidad en el mercado mayorista corresponden varios factores, como ya hemos explicado en varias ocasiones.
Por un lado, el precio disparado de las materias primas a nivel mundial es el principal factor que encarece el precio de la luz. Ya no solo hablamos de los máximos históricos del gas o de los costes de emisión de CO2, sino que también otras materias primas como el petróleo o el carbón están en niveles récords en los últimos días. Todo ello provocado por las tensiones internacionales entre la oferta y la demanda.
Para frenar el impacto que la subida de la luz en el mercado mayorista tiene sobre el recibo final de los consumidores, el Gobierno ya ha puesto en marcha un plan de choque con medidas que empezarían a tener su efecto a mediados de septiembre, por lo que esta factura ya se verá bonificada con las rebajas fiscales. Unas medidas que, según las previsiones de Ribera, supondrían la reducción de la factura hasta en un 30%.
Precisamente este miércoles se ha conocido el dato correspondiente a la inflación del mes de septiembre, que repunta hasta el 4%, por el encarecimiento de la energía como motivo principal, en máximos de septiembre de 2008. El objetivo del presidente del Gobierno es cerrar el año con un coste de la factura de los consumidores similar al de 2018, más allá de los altos niveles de inflación.
